A pocas horas de que inicie el partido en la Cerámica entre Villarreal y Real Madrid, el conjunto blanco parte con nuevos deberes pendientes: revalidar el liderazgo de la competición que a estas alturas lo posee el eterno rival, FC. Barcelona, pero solo por la diferencia de goles.
Para conseguir la victoria no lo tendrá fácil. Enfrente se medirán a todo un conjunto que el año pasado fue semifinalista de Champions, y que este año aspira a cotas altas en la tabla. Aun así, la flaqueza de contar con un nuevo técnico podría ser su punto débil.
Sin embargo, este estadio no trae especiales recuerdos y es que la última vez que consiguieron llevarse el triunfo fue por entonces en 2017, cuando estaba Zinedine Zidane sentado en el banquillo todavía.
El último precedente madridista
Aquel resultado, una remontada por 2-3, fueron los últimos tres puntos conseguidos. Desde entonces, el conjunto merengue ha caído en un mar de dudas siempre que ha pisado Castellón.
A partir de las 16:15 sentarán las bases de nuevo para tratar de afrontar una nueva victoria. Ninguno de los tres goleadores de aquel duelo están ya en el equipo: ni Cristiano, Bale o Morata.
Las soluciones son otras
Ahora la dinamita arriba es otra y cuenta con perfiles como los de: Benzema Vinicius, Rodrygo o incluso Valverde. El favorito cae en el lado merengue, pero en un partido de estas características nadie se podría fiar.
El balance de Setién frente a los blancos es reducido, pero ya sabemos como se las gasta este equipo. Son casi seis años sin conseguir la victoria. Muchas temporadas de por medio, pero ya es hora de cambiar la suerte por completo.