El Eintracht de Frankfurt y el Real Madrid disputarán el 10 de agosto la final de la Supercopa de Europa. Solo hay un antecedente similar entre ellos y hay que remontarse a 1960 para encontrarlo. Aquel partido supuso la Quinta Copa de Europa para el Real Madrid y para muchos es la mejor final de esta competición de toda la historia.
Aquel día el Real Madrid logró vencer al equipo alemán por 7 goles a 3 en Hampden Park. El estadio escocés fue el plató donde el Madrid volvió a recoger otro título europeo en un partido en el que Alfredo Di Stéfano anotó tres goles y Ferenc Puskas cuatro. Desde entonces no ha habido una final de este calibre con tantos goles. Aquel día un periodista inglés escribió una crónica que definiría al Real Madrid hasta nuestros días.
"El Real Madrid se pasea por Europa como antaño se paseaban los vikingos, arrasándolo todo a su paso", se leía en The Times a la mañana siguiente de la gesta en Hampden Park donde más de 127.000 espectadores disfrutaron la hazaña blanca. Desde entonces ni el Eintracht ni el Madrid han coincidido en un partido de tal categoría.
De ahí que el próximo 10 de agosto el equipo de Ancelotti tenga una nueva cita con la historia. Con la historia que surgió hace más de 60 años y que quedó en el imaginario colectivo europeo hasta hoy. Entonces un equipo liderado por Alfredo di Stéfano, Puskas, Gento y Zárraga, a las órdenes del mítico Miguel Muñoz pasaría a la historia con el mejor balance de títulos. Desde aquella fecha nadie en el viejo continente ha sido capaz de ganar cinco Orejonas consecutivas.
Pero si hay un equipo capaz de compararse con aquel en blanco y negro es sin duda el que lideran los Casemiro, Kroos y Modric, con Karim Benzema haciendo las veces de Di Stéfano y Gento. Cinco Copas de Europa en su haber, que a pesar de no haber sido consecutivas han copado cinco ediciones en 8 años. Algo al alcance solo del Real Madrid.
Si algo ha definido al equipo de Ancelotti en estos años es por no rendirse nunca. Aquel partido del 60, los de blanco empezaron perdiendo, pero fue un espejismo pues al descanso ya iban ganando por 3 a 1.
Mucho ha cambiado el fútbol desde entonces, aunque la historia se repite. Ahora el equipo alemán tendrá la oportunidad de sacarse la espina con la que lleva lidiando más de medio siglo, pero enfrente tendrán a uno de los equipos que se recordará con nostalgio dentro de poco tiempo.
Un equipo que se ha hecho con la bandera del sufrimiento para hacerle ver a los equipos europeos que el fútbol va más allá de jugar bien y bonito. Este Real Madrid juega con las emociones como lo hacía aquel de finales de los 50. Un equipo que, "se pasea por Europa como antaño se paseaban los vikingos, arrasándolo todo a su paso".