La contundente derrota del Real Madrid ayer frente al Girona (4-2) en el Estadio de Montilivi hizo que el equipo volviera a bajar a la Tierra y sirvió para que se dieran cuenta de que no son invencibles.
Pablo Castellanos, que fue el encargado de anotar los cuatro tantos para los catalanes, dejó en evidencia a la zaga madridista y les advirtió de cara a la final de Copa del próximo 6 de mayo y, sobre todo, para las semis de Champions.
Y es que en las semis espera el Manchester City de Erling Haaland, que lleva la friolera cifra de 48 goles en 42 partidos esta temporada y que tiene muchas ganas de levantar su primera Liga de Campeones.
El único madridista que fue a saludar a los aficionados
Tras la conclusión del partido, los jugadores del Real Madrid se retiraron cabizbajos, pues la derrota fue muy dolorosa después de haber logrado el pase a la final de Copa y al de semis de Champions.
Solo hubo un jugador merengue que se acercó a la zona donde estaban situados los aficionados madridistas que se desplazaron a Montilivi a animar al equipo.
Ese fue Fede Valverde, que saludó a los hinchas del Real Madrid presentes en el estadio del Girona y que también se disculpó por el desatroso partido que había completado el equipo.