La tragedia se cebó con Eduardo Camavinga y su familia cuando solo tenía 11 años

El francés vivió una experiencia terrible siendo un niño

El francés, con su familia, en su presentación como jugador madridista
El francés, con su familia, en su presentación como jugador madridista

Eduardo Camavinga está destinado a ser el futuro del centro del campo del Real Madrid junto con Fede Valverde. Los partidos que realizó contra la Real Sociedad y el PSG le han servido para decirle a Ancelotti que puede contar con él de aquí a cualquier momento de final de temporada. Lo que mucha gente desconoce del madridista es que vivió una situación dramática cuando solo tenía 11 años, tras la cual su padre lanzó una profecía que ya se está cumpliendo.

Camavinga es todavía un futbolista super joven, tan solo tiene 19 años. Aún así, su enorme talento y poderío físico le ha llevado a fichar por el Real Madrid, cuando otros muchos grandes clubes europeos estaban también interesados en hacerse con sus servicios.

El francés tiene un futuro muy prometedor y sabe que su gran momento como jugador blanco llegará tarde o temprano. Pero la vida del bueno de Eduardo no siempre fue tan feliz. En el año 2013, cuando solo tenía 11 años, un incendio asoló la modesta casa de sus padres, que ellos mismos habían levantado en la ciudad gala de Fougeres.

En aquel terrible accidente lo perdieron todo, incluso documentos familiares importantes. Justo sucedió cuando, tras un torneo de verano al que fue invitado, el joven mediocampista estaba a punto de firmar por el Rennes, equipo de donde el Real Madrid lo fichó.

Sin embargo, tras aquella horrible tragedia, su padre intentó consolarle diciéndole: “no te preocupes, vas a ser un gran futbolista y levantarás esta casa”, le aseguró.

 

Una profecía que poco a poco se va cumpliendo

Esas palabras de su padre sirvieron a Camavinga para hacerse más fuerte mentalmente y trabajar para llegar a ser el futbolista que es hoy en día. Aprendiendo de los mejores en su posición, como son Kroos y Modric, sabe que el alemán y el croata no estarán para siempre, y será su deber el darles un reemplazo de garantías.

Los últimos encuentros ante la Real Sociedad y PSG le han servido al francés para demostrar de lo que es capaz y que el futuro del centro del campo del Real Madrid está en las mejores manos con él y con Fede Valverde.

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