En el Real Madrid todo pasa por algo. Solo los buenos y mejores tienen el privilegio de jugar a las órdenes de este club y en un estadio y unas condiciones óptimas para triunfar en el mundo del fútbol.
Con la campaña 2022/23 a punto de arrancar parece que todo vuelve a la normalidad. El balón no tardará en echar a rodar sobre el verde de los estadios y los preparativos ya están a punto.
La planificación de plantillas empieza a encaminarse y todos los jugadores vuelven a coger el rodaje. Con el conjunto blanco, la vida parece que sigue igual. La victoria se ha instalado como forma de jugar al fútbol y la perseverancia y el inconformismo siguen siendo sus mejores amigos.
Si la campaña anterior fue para enmarcar las que están por venir, desconocemos como las etiquetaremos. El grupo de Ancelotti ha sabido responder muy bien con toda la plantilla activada y enchufada para dar lo mejor de sí en cada momento de necesidad o urgencia.
Por lo que hace a la regularidad es algo que parece que se ha conseguido, la competencia es muy reñida y nadie quiere bajar los brazos. Uno que no lo hace y que debe seguir utilizándolos es Thibaut Courtois.
Guardameta de extraordinaria calidad bajo palos, ha sido uno de los artífices que ha hecho posible la realidad en la que vive acostada el madridismo. Sus paradas antológicas han hecho olvidar cualquier fantasma del pasado y se ha convertido en un seguro de vida mejor que los Casillas, Illgner o Keylor Navas.
Su electricidad para conectar unos reflejos de escándalo y movimientos imposibles para alargar su pierna, el brazo, el codo o la yema de sus dedos son su día a día. No hay otra forma mejor que explicar el rendimiento de este portero, que no sea viéndole atajar balones durante los noventa minutos que dura un encuentro.
Su nivel es tal que ya se le compara con arqueros de la calidad de Buffon o Neuer. Auténticos tipos que han sido la referencia europea bajo palos durante muchos años. Ahora parece que ese foco se ha trasladado a la capital y no se mueve de Madrid. Los premios, halagos, condecoraciones y méritos se los lleva todo el belga.
Posibilidades para soñar con el Balón de Oro o el The Best, las hay. Es difícil que un portero consiga tantos méritos debido a que el fútbol es un juego vistoso, pero dentro del trofeo que otorga la FIFA todavía le quedan posibilidades.
Por ahora ya cuenta con uno conseguido en 2018. Son los mismos que tienen el ex portero de la Juventus, el del Bayern de Munich, Liverpool o Chelsea. Ahora mismo podemos decir sin temor a equivocarnos que está un escalón por encima de todos ellos.
Muchos delanteros a los que se ha enfrentado todavía tienen pesadillas con él. Capaz de arruinarlos una noche y de robarles su cita con el gol. El de esta edición parece que también llevará su nombre, rara vez que alguno de sus compañeros hago algo increíble en lo que resta para la gala final.
La historia de este galardón nace seis años atrás. En 2016 se consolidó la primera edición y desde entonces se ha ido repitiendo anualmente. La historia le ha dado la razón al madridismo y son cuatro los trofeos conseguidos: dos de Cristiano, uno de Modric y el de Thibaut.
Los de Chamartín han conseguido posicionarse como los mejores del certamen y es el equipo que más ganadores ha proporcionado, a pesar de que el portugués ya no esté en el club, pero sí que es cierto que, al conquistarlos, permanecía en él.
Si gana el arquero el trofeo de este año, sería el primero con el Real Madrid, ya que el otro lo conquistó con el Chelsea, demostrando que ha sido el mejor en todas partes que ha jugado.