Uno de los nombres más recordados en el fútbol español es el de Antonio Puerta. El joven lateral izquierdo del Sevilla falleció en activo, con apenas 22 años, después de una serie de paros cardiorrespiratorios. El partido entre Sevilla y Getafe, que daba inicio a la temporada 2007/2008, fue su último encuentro.
Muchos años después se descubre una circunstancia que lo habría cambiado todo: la madre de Antonio Puerta desvela que el entonces '16' del equipo hispalense estaba en la lista de futuribles del Real Madrid. La entrevista concedida por Dolores Pérez, su madre, desvela que varios embajadores del club blanco habían solicitado y conseguido una reunión con la promesa española.
"El Real Madrid estaba ahí, seguro. Bajaron, hablaron, se reunieron... Antonio le dijo a su padre que le acompañase, pero mi marido no quiso", recuerda Dolores Pérez. La reticencia del padre de Antonio Puerta a estar presente en esa reunión con el Real Madrid quedó ratificada con estas palabras: "'No, vas tú, lo que tú veas, tú tonto no eres', le dijo".
Mucho dolor
Todo parecía encajar en los planes del club blanco y del entorno del propio Antonio Puerta. Aunque el '16' parecía estar preparado para consolidarse como uno de los mejores futbolistas del cuadro de Nervión, su fichaje por la entidad madridista "estaba casi hecho". Dolores Pérez recuerda que "no estaba firmado, por supuesto". A pesar de no haber un acuerdo oficial, las sensaciones que se manejaban en la familia del antiguo defensor apuntaban a un cambio de equipo durante los últimos días del mercado de aquel verano de 2007.
"Yo creo que su último partido con el Sevilla era... con el Getafe", sentencia Dolores Pérez. La madre de Antonio Puerta aventura que el Real Madrid hubiera fichado al joven lateral izquierdo al término de aquel partido, un encuentro que no pudo terminar y que le costaría la vida. La pérdida de Antonio Puerta fue un varapalo muy duro para todo el fútbol español.
Especialmente por la forma en la que se produjo. Su fallecimiento conmocionó a todo el país y provocó un cambio en las normativas de seguridad en los terrenos de juego. Desde aquel 25 de agosto de 2007, la Liga obliga a todos los equipos a disponer de, como mínimo, un desfibrilador en su estado para evitar que esta tragedia se vuelva a repetir.