Vinicius nos sorprendía a todos con una acrobática acción que dejaba perplejos a los aficionados que seguían el partido y encendía así al graderío gerundense. Lo peor es que después hay falta clara, el árbitro no la pita, y acaba en gol del Girona esa misma jugada.
La genialidad de Vinicius
Una lambretta de libro de las que hacía tiempo que no se veían en un estadio de fútbol. El brasileño aprovechaba la línea de cal ante un Santi Bueno que quedaba en shock por la genialidad del madridista.
El defensor solo podía pararle con una falta con la que se iba al suelo nada más la pelota le pasaba por encima. Ya se preparaba Rodrygo con la caña puesta para rematar, pero esa jugada quedó invalidada. Se pedía un primer penalti que el árbitro no consideró pitarlo, y el partido siguió.
La respuesta de los aficionados del Girona
Pocas jugadas después el Girona se adelantaba en el marcador con el primer tanto y Montilivi se encendía. El público la tomaba contra el “20” y este también reaccionaba con sus habituales gestos irónicos.
Nosotros lo tenemos claro. No todos los jugadores pueden presumir de esa magia que tiene el brasileño. Es la sonrisa del fútbol. Los árbitros no le protegen y esa falta, encima, acaba en gol del Girona.