El ridículo que está protagonizando el Barcelona con Dani Olmo, al que la Liga y la Federación niegan la inscripción con los culés, está copando, con toda la razón del mundo, la actualidad de nuestro fútbol en los últimos días.
Joan Laporta fue incapaz de reunir el dinero suficiente para poder integrar en la plantillad de Hansi Flick a Olmo y también a Pau Víctor antes del pasado 1 de enero a la medianoche, cuando expiraba el plazo.
El agujero que puede provocar la falta de inscripción de Olmo, que fue el fichaje estrella del verano pasado en el Barça, puede superar con holgura los 100 millones de euros, empezando por el traspaso al Leipzig y la ficha del jugador, con contrato hasta 2030.
Hay que decir que el internacional español llegó después de que el Barcelona no pudiera cerrar la llegada de Nico Williams, el gran elegido para reforzar el ataque del equipo. El jugador del Atheltic Club decidió quedarse una temporada más, al menos, en San Mamés.
Echando la vista a tras algo parecido, que no igual, sucedió en el Real Madrid, y así lo ha querido recordar Siro López en los micrófonos de ‘El Partidazo’, el programa deportivo nocturno de la Cadena COPE.
El caso de De Gea
Siro López se ha referido al fichaje frustrado de David de Gea por el Real Madrid en el verano del año 2015. El ex jefe de Deportes de Telemadrid ha recordado que la operación con la Liga para dar de altar al guardameta no se cerró a tiempo y el jugador tuvo que seguir en el Manchester United.
“Esto no es nuevo, el Real Madrid también pasó por una situación similar con David de Gea en 2015. Había que enviar un fax, y el Real Madrid no pudo inscribir al jugador porque, por un minuto, o porque se estropeó un fax, o porque alguien quiso mandarlo más tarde, no cumplió con el plazo. La normativa decía que tenía que estar el día 30 de agosto, y no llegó. Pues no se pudo hacer”, ha expuesto López.
“La Liga es la que tiene que dictaminar, que representa a todos los clubes. Si no tienes los avales a tiempo, no puedes hacer nada”, zanjaba el periodista gallego para zanjar una falsa polémica y recalcar que, pese a lo que insistan muchos, no hay vuelta atrás en estos supuestos: hay que cumplir con la ley y punto.