El partido del viernes, pudo significar un punto y a parte en las carreras de varios futbolistas. Uno que posiblemente abandone la entidad sea Isco Alarcón. El de Arroyo de la Miel, apunta a salir del club en este mercado veraniego, pero sin todavía conocerse sus principales valedores para oficializar un traspaso.
Las cualidades del futbolista han pasado por una montaña rusa de emociones en la parroquia blanca. Atraviesa su novena temporada en el club y puede cerrar un ciclo como madridista.
Recuerdos de blanco
Cuando el balón eche a rodar, podría escuchar por última lo que es el ambiente que se vive en el Bernabéu. Una sensación que ha vivido de todas las maneras posibles, ya que ha intercambiado el verde y el banquillo en muchas etapas. Jugar en el Real Madrid no es tan sencillo como aparenta ser y se necesita de esa casta y ADN ganador.
Un partido muy especial para él ya que fue contra el equipo que debutó como madridista. Ante los béticos, se erigió como la sensación que despuntaba ser.
Anotó el gol de la victoria, con un resultado final de 2-1. Pero no fue lo único que hizo, ya que previamente asistió a Benzema en el 1- 0. Es curioso, ya que este duelo, se ha repetido en varias ocasiones a lo largo de las temporadas. En la 2019/20 fue el mismo rival al que se midió el Madrid.
Los números de Isco Alarcón
Esta temporada no ha contado con muchas oportunidades y así lo certifican sus números. Únicamente dieciséis encuentros disputados entre todas las competiciones con un pobre rendimiento.
Dos goles ha sido todo lo que ha aportado al equipo. Apenas ha llegado a completar los noventa minutos de un partido a lo largo de esta campaña. Hasta catorce partidos se ha llegado a perder entre lesiones y desconvocatorias.
Ha entrado en el grupo de jugadores residuales y más criticables de la plantilla. Lejos queda aquella versión del “Golden Boy” cuando repartía magia desde sus botas y hacía las bromas con Asensio.
De eso tan solo hace cuatro temporadas. Un tiempo que ha desaprovechado por completo, también por decisiones técnicas como la época de Solari como entrenador.
Un jugador echado a perder
Parece ser un jugador irrecuperable. En su día llegó a valer cerca de los 90 millones. Un futbolista envidiable que maravillaba a cualquiera con su calidad técnica. Era impresionante verle jugar y merecía pagar una entrada por verle jugar.
En su trayectoria como blanco lleva jugando 469 partidos, en los que ha realizado 73 goles y 68 asistencias. Unos números bastante privilegiados para un futbolista que ha disfrutado de nueve temporadas como blanco.
Parece que no podrá cumplir una década en el club, por esa falta de compromiso y exigencia, algo que sí que se le exige a un jugador profesional de sus características. Ahora mismo con 30 años, parece que todavía tiene mercado, pero veremos que es lo que decide. ¿Cuál será el rol de Isco de aquí en adelante?