El tema de las tarjetas en el fútbol siempre ha despertado una gran polémica y controversia. Muchas veces no se sabe cuándo una acción es amarilla, roja o no merecedora de ninguna. Con la incorporación del VAR, no se han acabado los debates en torno a este tema. Hay infinidad de jugadas muy parecidas, en las que un árbitro castiga a un jugador con amarilla y otro con roja, incluso alguno debió dejarse las tarjetas en el vestuario. Una cuestión que, como todo, tiene su historia y que parece que se seguirá discutiendo toda la vida.
Siempre ha habido expulsiones a lo largo de la historia del fútbol. Algunas justas y otras injustas. Pero hasta 1970, fecha en la que aparecieron por primera vez las tarjetas, se notificaban por el árbitro de forma verbal.
Sin embargo, estas antiquísimas expulsiones verbales daban pie a muchísimas confusiones. Por esta razón, Keneth George Aston, un colegiado inglés ya retirado hace muchos años, inventó las tarjetas de colores para sancionar las acciones antideportivas dentro del terreno de juego.
Por lo tanto, las cartulinas amarillas y rojas se utilizaron por primera vez durante la Copa del Mundo de México en 1970. El Mundial suele ser un evento que acoge nuevas reglas y herramientas. En 2018, se incorporó por primera vez el uso del VAR para su posterior uso en el resto de las competiciones nacionales e internacionales.
Además, en la cita mundialista del 70, también se autorizaron por primera vez la sustitución de jugadores en una competición de la FIFA. El primer cambio que se realizó fue en el equipo de la antigua URSS, cuando Serebrjanikov abandonó el campo y entró Punzach.
El defensor soviético Kakhi Asatiani fue el primero en ver una tarjeta amarilla en el partido inaugural del torneo contra la selección anfitriona. La primera roja no se mostraría hasta el Mundial de Alemania Federal de 1974, cuando el jugador chileno Carlos Caszely fue expulsado por el árbitro por primera vez en la historia de la competición.