En la actual plantilla del Real Madrid encontramos numerosa variedad de jugadores talentosos dispuestos y capaces de romper récords y techos de cristal. Estos viven en una atmósfera dónde todo lo que hacen tocan y provocan es oro para su equipo.
Gracias a la columna vertebral que ha podido madurar durante estos últimos años, el equipo se rige por varios nombres propios, que además de tener buena fe con todo lo que hacen, lo consiguen hacer siempre bien. Esta es una de las tareas más complejas que se recuerda y a la vista está que triunfar y ganar siempre no es tarea fácil.
Los "jugones" del Real Madrid
El equipo ha logrado adaptarse al ritmo y juego para lograr una progresión impoluta con Carlo Ancelotti. El entrenador tiene a varios de los mejores hombres en sus filas y del mundo en general.
Si analizamos los perfiles del vestuario, encontramos jugadores como el de Vinicius, Valverde, Rodrygo, Militao o Courtois que no pasan desapercibidos. De hecho da la casualidad que posiblemente también sean los mejores del equipo. Se juega a lo que estos digan, básicamente.
Desde el primero al último, todos están valorados según: su valía, prestaciones, juego, visión…El que se lleva la palma entonces es Vinicius. El brasileño lo bordó la temporada pasada y su valor de mercado asciende ya a los 120 millones de euros. Sin ir más lejos, es el tercer jugador más valorado del mundo, solo por detrás de Haaland y Mbappé.
Los compañeros de Vinicius
Aunque sus compañeros no se quedan cortos. Quien le persigue es el uruguayo. Este que va volando a todas partes, también asciende a las tres cifras y cuenta con 100 millones como valor. Sin duda, los dos jugadores franquicia del madridismo actualmente.
Estos no son los únicos que opositan a ese podio. El tercero, es Rodrygo. El segundo brasileño atacante también, se está saliendo y de qué manera. Todos sus regates parecen sencillos.
Aunque lo mismo podríamos contar de Militao Courtois y todos los demás. Están de suerte en Chamartín y esta página dorada que están escribiendo, pocas veces ocurre con tanta facilidad, pero siempre acostumbrados a ganar.