El estar disputando cada dos por tres finales de la Copa de Europa tiene como resultado un repertorio de anécdotas con las que fardar en las comidas con los amigos o en las entrevistas con los medios de comunicación. Si has jugado en los últimos diez años en el Real Madrid, el número aumenta considerablemente. Es justo el caso de Marcelo, que hace poco recordaba una de las curiosidades más llamativas de la final ante la Juventus de Turín de 2017.
Antes de dicha final en la que el Real Madrid conseguiría otra Copa de Europa para sus vitrinas, hubo durante la comida una anécdota de Cristiano que Marcelo contará a sus nietos. Y es que cuenta el lateral brasileño que todos estaban nervisos antes del partido, "lo único que se escuchaban eran los estómagos trabajar", decía Marcelo. Nadie era capaz de articular palabra ante un evento de tales dimensiones.
Y si había alguien con algo que decir no podía ser otro que Cristiano Ronaldo. El astro portugués rompió el hielo explicando a sus compañeros lo que iba a ocurrir en la final que les iba a enfrentar a la Juventus de Turín, que pese a no ser favoritos llegaban en un estado de forma increíble. “Al principio, será difícil. Pero en la segunda mitad, ganaremos plácidamente”, intuía Cristiano.
Y la verdad que fue lo que ocurrió. El portugués dio, de esta forma, algo de tranquilidad a sus compañeros, que a pesar de haber ganado ya la Copa de Europa seguían teniendo el hambre necesaria para revalidar de nuevo el título. Y así fue. Ocurrió exactamente lo que intuyó Cristiano, pues a pesar de sufrir en la primera parte, todo cambió tras el descanso. El Real Madrid, con la premonición de Ronaldo se alzaría con la decimo segunda Copa de Europa. Al año siguiente, volverían a ganarla, esta vez ante el Liverpool de Jurgen Klopp.