La temporada ya ha comenzado, pero entre los buenos aficionados ésta no empieza hasta que la Champions League no da su particular pistoletazo de salida. El sorteo del pasado 29 de agosto fue el preámbulo de la máxima competición continental, que estrena formato y deja atrás el sistema logístico de los últimos años.
Los rivales del Real Madrid en la Copa de Europa serán el Borussia Dortmund, el Milan, el Salzburgo, el Stuttgart, el Liverpool, la Atalanta, el Lille y el Brest. Contra los cuatro primeros, el conjunto de Carlo Ancelotti jugará en el Santiago Bernabéu mientras que los últimos se disputarán a domicilio.
Precisamente, uno de los jugadores del Milan, que antes jugó también en el Madrid, no podrá visitar Chamartín porque el conjunto ‘rossoneri’ no ha le ha inscrito. Hablamos de Luka Jovic, el delantero serbio de apenas 26 años que ha sufrido otro mazazo en su carrera deportiva. El nuevo entrenador del equipo, Paulo Fonseca, no cuenta con él y se lo ha dejado meridianamente claro con su nueva decisión.
A pesar de que Jovic renovó por el Milan hace unos meses, pero el cambio que el conjunto italiano realizó este verano, finalizando la etapa de Stefano Pioli en San Siro y apostando por el portugués, lo ha cambiado todo. Se intentó que Jovic saliera del equipo en las últimas semanas de mercado, pero no pudo ser.
En un primer momento, Jovic sí que apuntaba a ser el segundo punta después de Álvaro Morata, que dejó el Atlético de Madrid para recalar en Milán, pero la pretemporada ha supuesto un antes y un después. Fonseca prefiere contar con Abraham, Okafor... e incluso el joven Francesco Camarda.
Empezaba a ver la luz
Lo cierto es que Jovic tenía muy difícil la titularidad en San Siro, pero sí que tenía opciones para sumar minutos en esta temporada después de los buenos momentos que dejó el pasado curso. Desde que fichara por el equipo transalpino en 2023, parecía haber encontrado su hueco. Pero todo ha quedado en un espejismo.