Parece que no se ha visto todo del partido entre Real Madrid y Girona. Ambos equipos se midieron en un duelo dónde las patadas y los piques tuvieron mucho que ver en el guion del partido.
El árbitro también fue protagonista
Perdía el Real Madrid, pero en ocasiones con el resultado corto de 2-1, el conjunto gerundense se veía con el agua al cuello. Estos no podían controlar al terremoto de Vinicius que se les iba una y otra vez por la banda, desequilibrándoles a todos.
Solo podían pararle a base de patadas y el colegiado no era capaz de señalar justicia. Un Iglesias Villanueva que se estrenaba dirigiendo al Real Madrid, y que indirectamente, ya le había echado el gafe: debut y derrota. Al colegiado se le veía algo nervioso, inquieto.
Sabedor de lo difícil que es pitar un partido en primera, este aplicó la medida del miedo. No quería que se le descontrolara el partido y este con la boca pequeña, pidió la colaboración de sus socios de la tarde.
La actuación de Iglesias Villanueva
Veíamos al trencilla en varias ocasiones ver cómo se dirigió a Santi Bueno a pedirle que se calmara y no se picara con Vinicius. Las cámaras de Movistar le delataban y ahí quedará para siempre. Su “desprotección” hacia el brasileño es real.
Hasta el propio madridista acabó con cartulina amarilla tras no cometer ni falta. Esta historia ya nos la conocíamos y solo hace falta ser testigos del vídeo que ya se ha hecho viral por redes. Un auténtico despropósito. Al jugador del Girona se le mostraba una amarilla y conflicto resuelto.