El Clásico de este sábado supone el primer partido de este calibre para Hansi Flick como entrenador del Barcelona. Es cierto que ya se enfrentó el miércoles al Bayern, pero el Real Madrid es diferente, y más si te toca visitar el Bernabéu. Sin embargo, no será una nueva emoción para él.
Como jugador del Bayern ya tuvo que visitar el feudo merengue. Durante dos temporadas consecutivas los merengues y los bávaros midieron sus fuerzas en la Copa de Europa, aunque las de la primera se los tuvo que perder Flick ya que una lesión le dejó sin disputar ni un minuto.
Pero en la campaña 1987-1988, sí que pudo jugar ambos encuentros de los cuartos de final, aunque no guarda muy buen recuerdo de lo que sucedió en el Bernabéu. Los muniqueses no solo fueron eliminados, sino que vieron que salir victoriosos del feudo blanco no iba a ser nada sencillo.
Flick tuvo una noche trágica
La tarea de Flick, joven centrocampista de 23 años por aquel entonces, no era fácil. Tenía la misión de parar a Butragueño, uno de los delanteros más en forma del momento, y que aunque no marcó, no fue impedimento para que con un 2 a 0 eliminaran a los alemanes después del 3 a 2 de la ida.
No tiene un buen recuerdo Hansi de su visita al estadio merengue y ahora, con el Barça, va a buscar quitarse esa espina, y sobre todo darle la vuelta a la inercia que los azulgranas llevan, ya que la pasada temporada perdieron todos los partidos en los que se enfrentaron al eterno rival.