El Estadio Metropolitano ha vuelto a ser escenario de un incidente lamentable. A pesar de que el Frente Atlético, el grupo más radical de la afición colchonera, tenía prohibida la entrada este fin de semana, la placa de Thibaut Courtois ha sido nuevamente vandalizada. El portero del Real Madrid y exjugador del Atlético de Madrid sigue siendo objetivo de actos de vandalismo, incluso en ausencia de aquellos considerados los principales responsables.
Este tipo de ataques son recurrentes desde que Courtois fichara por el conjunto blanco en 2018. La placa, que conmemora su paso por el Atlético y su contribución en los años en los que defendió su portería, ha sido blanco de pintadas y daños, lo que demuestra el rechazo que ciertos sectores de la afición aún sienten hacia el belga.
Esta vez, el incidente fue particularmente llamativo, dado que el Frente Atlético, habitualmente asociado a este tipo de actos, no pudo acceder al estadio, lo que lleva a cuestionar quién está detrás de estos comportamientos inaceptables.
Courtois ha pasado página
El acto contra Courtois ha generado un nuevo debate sobre el comportamiento de algunos aficionados del Atlético y la necesidad de que el club tome medidas más contundentes para evitar que estos actos se sigan repitiendo. La rivalidad entre Atlético y Real Madrid siempre ha sido intensa, pero situaciones como esta van más allá de lo que se considera una rivalidad deportiva sana y crean un ambiente tóxico que afecta tanto al jugador como a la imagen del fútbol español.
Thibaut Courtois ha sido una pieza clave para el Real Madrid en las últimas temporadas, siendo fundamental en la consecución de títulos nacionales e internacionales. Su marcha del Atlético sigue siendo un tema delicado para algunos aficionados rojiblancos, pero el respeto por su trayectoria debería prevalecer. Los actos de vandalismo, como el de su placa en el Metropolitano, solo contribuyen a empañar la reputación del deporte.