Si seguimos con el ramillete de posibilidades que nos hace pensar que el Celtic y Real Madrid tienen muchas cosas en común, descubriremos que estamos en lo cierto.
Desvelados los casos de Ancelotti o de Gravesen, parece que el cerco se estrecha si ahora apuntamos al banquillo de los que hoy jugarán como locales. Su entrenador, Ange Postecoglou, lleva tan solo dos temporadas en el club. Esta que acaba de comenzar es su segunda.
El efecto de Postecoglou en el Celtic
El año pasado ya consiguió un buen efecto en la plantilla, proclamando campeón de Liga a su equipo con 29 victorias de las 38 posibles y solo concediendo 6 empates y tres derrotas, dejando a su competidor a 6 puntos.
Su participación en Europa se tuvo que conformar con la participación en Europa League, quedando terceros en un grupo emparejados con el Betis o el Bayer Leverkusen como los rivales a batir.
En lo que va de competición por ahora lleva conseguido un pleno de victorias y es que el entrenador griego, parece haber puesto la directa para que este equipo vuele. Si diluida carrera le abalan con galones para ser un entrenador respetado.
Postecoglou tiene una gran experiencia
Postecoglou ha llegado a entrenar en varios países diferentes como Australia, Grecia o Japón, además de Escocia. Incluso consiguió hacerse con el banquillo de la selección australiana durante cinco años.
A sus 57 años puede decir que ha tenido una carrera bastante holgada y con un buen sabor de boca haciendo a los equipos que ha entrenado, campeones en muchas ocasiones.
Pero si su carrera como entrenador ha surgido tal efecto esto se debe a la fórmula que muchos equipos se acogen hoy en día. El pasado del heleno, también está relacionado estrechamente con el fútbol ya que antes de pasar a los banquillos fue futbolista.
Su trayectoria sobre el verde, sin embargo, fue relativamente corta. Nueve años como profesional en un equipo australiano el South Melbourne. Allí tuvo un gran papel y llegó a ganar varios títulos, siendo fundamental en uno de ellos como capitán.
Ese amor por los banquillos se lo debe a una leyenda madridista como Puskas. El húngaro, histórico jugador merengue, también hizo el mismo camino de jugador a entrenador.
Puskas lo probó todo en el fútbol como jugador y entrenador
El delantero fue un puñal en el Bernabéu y dio numerosas alegrías a la parroquia blanca. Se hizo demasiado corta su etapa en Chamartín. Pocas veces se había visto un jugador de su categoría, y su amor por el fútbol acabó por llevarle a los banquillos.
Ese delantero con alma y criterio para ordenar a su compañeros sirvió para que su carrera como técnico despegara a las mil maravillas.
Igual que el griego, Puskas también dirigió a numerosos conjuntos antes de coincidir con el que hoy será el verdugo de Ancelotti. 11 aventuras antes de que ambos coincidieran en Australia.
El atacante blanco pasó por muchos países también como: España, Estados Unidos, Canadá, Grecia, Arabia Saudí, Chile, Egipto o Paraguay.
La aventura en el pequeño continente no fue muy extensa, pero suficiente como para hacer campeón al equipo del entrenador del Celtic. Puskas le transmitió todo el calor y coraje para que su jugador estrella pudiera liderar un fútbol de espectáculo para convertirse en campeones.
Una relación que caló fuerte en Postecoglou
Tres años son los que coincidieron y significó el empujón definitivo para el griego. Tras la salida de Puskas del club, tardó apenas una temporada en colgar las botas y vestirse de largo para empezar su carrera en los banquillos.
Suponemos que la influencia que cogió Postecoglou de Puskas fue determinante. La experiencia y la perseverancia para ser el mejor son dos de los valores que más le inculcó el húngaro.
De ahí a que el griego haya tenido tanta fortuna en el fútbol. Muchos de sus aprendizajes se los debe a la leyenda blanca. ¿Tendrá sentimientos encontrados esta noche el entrenador del Celtic?