Es cierto que Carlo Ancelotti ha sido reconocido a lo largo de su carrera como un entrenador que combina la cercanía y la empatía con los jugadores, con la capacidad de imponerse cuando la situación lo requiere. Su estilo de liderazgo se caracteriza por la tranquilidad y la serenidad, pero también por una determinación firme cuando es necesario.
El italiano ha demostrado en numerosas ocasiones su habilidad para manejar vestuarios llenos de estrellas y personalidades fuertes. Ha sabido ganarse el respeto y la confianza de los jugadores mediante su enfoque equilibrado y su capacidad para tratar a cada miembro del equipo de manera justa y respetuosa.
Sin embargo, cuando ha sido necesario tomar decisiones difíciles o aplicar disciplina, Ancelotti ha demostrado que no duda en hacerlo. Su mano dura es justa y mesurada, y se basa en la búsqueda del bienestar del equipo en su conjunto.
Este equilibrio entre cercanía y autoridad es una de las razones por las que Carletto ha tenido tanto éxito a lo largo de su carrera como entrenador, y es una cualidad muy valorada por los jugadores y los clubes en los que ha trabajado.
Su exsegundo desvela esa mano dura de Carletto
El que fuera segundo de Ancelotti durante su primera etapa como madridista (2013-2015), Pau Clement, ha desvelado la mano dura que tenía el italiano cuando había que tenerla, en un desencuentro que tuvo con Cristiano Ronaldo.
"En el Real Madrid Carlo tenía una idea de Cristiano Ronaldo como delantero, por lo que no tuvo que retroceder. Tuvo una discusión con Cristiano, quien le dijo que prefería jugar por la izquierda... Carlo sabía que tenía que hacerlo sentir cómodo, así que incorporó dos sistemas para cuando estábamos atacando, 4-3-3 con Ronaldo por la izquierda, y luego 4-4-2 cuando defendíamos, con Ronaldo al frente", señalaba el técnico inglés.
Esta anécdota subraya la capacidad de Ancelotti para mantener el equilibrio entre su cercanía y empatía con los jugadores, y la firmeza necesaria para hacer respetar las normas y mantener la disciplina dentro del equipo. Es un ejemplo de cómo el entrenador italiano no dudaba en enfrentarse a situaciones complicadas, incluso cuando involucraban a figuras de gran influencia en el vestuario.