Posiblemente se hayan contado muchas versiones del equipo de Chamartín y el franquismo con una relación algo más estrecha. En Planeta Real Madrid venimos a contarte un incidente que revela la verdadera relación de Santiago Bernabéu con el franquismo.
Los rumores sobre dichos conflictos salieron a raíz del documental cinematográfico “Bernabéu”. En este se contó una versión equivocada de lo que sucedió entre un veterano héroe de guerra y el histórico presidente del conjunto blanco, a inicios de la década de los años cincuenta.
En esta historia intervienen varios actores que aumentará la crispación de las acciones que se dará entre los dos protagonistas. El militar era el fundador de la Legión y director del Cuerpo de Mutilados por la Patria, el General Millán Astray. Su presencia en el estadio siempre era habitual, además de utilizar un palco especial para ver los partidos.
La experiencia de vida de este hombre, con varias heridas de guerra y mutilaciones, le hacía venir siempre acompañado de un ayudante. No a modo de guardaespaldas, sino para cuidar de él, por si su superior necesitaba ayuda. Este dato es fundamental para poner en contexto la historia que desembocará el famoso incidente.
Relaciones protocolarias
De todo el mundo es sabido que las relaciones en un palco como el del Real Madrid, son muy influyentes. Se dan muchos encuentros de mera cordialidad y otros con gran interés por los negocios y relaciones futuras de cualquier ámbito.
La versión del incidente se aproxima en el libro “75 años del Real Madrid C.F 1902-1977”, editado por Prensa Española y escrito por el periodista deportivo Enrique Gil de la Vega, más conocido como “Gilera”.
La trama se cuenta entre las páginas 28 y 29. En un día habitual de partido, el locutor radiofónico y Millán Astray se dieron cita en el palco, debido a una previa llamada del militar para felicitarle por una retransmisión muy del agrado del fundador de la Legión.
El compañero, más allá de la anécdota, desvelaba que al presidente Bernabéu no le gustaba la presencia del veterano en el estadio, pero necesitaba de algún motivo para privarle la entrada.
El beso incendiario
La ocasión se prolongó hasta que, en una ocasión, Astray, saludó con un beso protocolario a la esposa de un diplomático extranjero. Algo evidentemente normal, en la situación del contexto que se vivía en un espacio como el que frecuentaba el mencionado.
Sin embargo, el desenlace de esa acción fue el detonante que lo desencadenó todo. Al embajador no le gustó semejante saludo y enrabió hasta llegar a oídos del presidente de Concha Espina.
Santiago Bernabéu cometió el error de no informar personalmente al militar, de abandonar el palco debido a la situación que había generado. Las relaciones internacionales para un club como el Real Madrid eran de lo más importante. De esta forma, el presidente quiso impedir cualquier gesto de desaprobación de cara a la reputada visita.
Un crítico desenlace
Quién avisó finalmente al General, fue un acomodador. Un agravante que incendió más la situación. Motivo que Astray se negó por completo y tomó cartas en el asunto, tomando la acción por la fuerza con su ayudante.
Una vez llegado Bernabéu a la escena, nadie atendió a razones y la tensión se incrementó todavía más. En el libro se cita que incluso se retaron a duelo.
La escalada de tensión fue en aumento a medida que pasaban los minutos. Finalmente fue Muñoz Grandes, ministro del Ejército, quien medió para que aquello no fuera a mayores. Aquella ocasión fue la última en la que se vio al veterano de guerra por el palco.
Los rumores indicaban que hasta se cambió de equipo. Se especulaba que iba al estadio por amor al deporte y no por la pura pasión que le transmitía el equipo. Se dice de quién era hincha era del Atlético de Madrid, que en un momento de su historia llegó a llamarse Atlético de Aviación, en relación a los militares. ¿Fue Millán Astray un chaquetero?