La victoria del Real Madrid sobre el Valencia en Mestalla ha dejado bastantes polémicas arbitrales. Es cierto que todo se ha enfocado en la expulsión de Vinicius y el hecho que en el VAR no mostraran toda la jugada a Soto Grado, con la acción previa del portero.
Pero también hay más jugadas que cabrean al madridismo como la falta de Yarek sobre Rodrygo en el origen de la jugada del gol de Hugo Duro. Nadie entiende por qué no se anuló el tanto por una infracción que era más que clara y evidente y no quisieron ver.
Y no es lo único ya que con el penalti que falló Bellingham ocurrió algo similar. Es cierto que Dimitrievski tiene los dos pies adelantados a la línea de gol, pero al no detener el disparo y no intervenir no es motivo para que se tuviera que repetir el lanzamiento.
Sin embargo, sí que se produjo la entrada de defensores valencianistas dentro del área. Y uno de ellos, Tárrega, es el que acaba despejando la pelota, y por lo tanto interviniendo directamente en la jugada. Pese a ello, ni el colegiado ni el VAR señalaron nada.
Los precedentes dejan en mal lugar a Soto Grado
Cuando existe un doble rasero, la hemeroteca suele jugar muy malas pasadas y Soto Grado lo ha podido comprobar de primera mano. Mientras el penalti de Bellingham no se repitió, en otro Valencia – Real Madrid hace 4 años la decisión que se tomó fue muy diferente.
En aquella ocasión fueron los ches los que fallaron un penalti, pero esté sí que se volvió a lanzar ya que Lucas Vázquez estaba pisando la línea del área. Lo consideraron invasión y en el segundo intento sí que lograron el gol.
Como decimos, el madridismo está muy enfadado por ese doble rasero. El mismo que llevó a Soto Grado a anular un gol por una falta previa de Koundé en el Rayo Vallecano – Barcelona de esta misma temporada, pero a no hacer caso a la cometida por Yarek sobre Rodrygo.