El Real Madrid ha pasado en una semana de la euforia de conseguir la Supercopa de Europa a la decepción después de no ser capaces de pasar del empate en Son Moix ante el Mallorca. Algunos han hecho saltar las alarmas aunque quizás es precipitado sacar conclusiones por dos partidos disputados en agosto, con toda la temporada por delante.
Sí que es cierto que hay que poner soluciones a los principales problemas que encontraron, y uno de ellos ha dejado una imagen preocupante. Ya sabemos la importancia que tiene Davide Ancelotti en el conjunto blanco. No solo por su trabajo con el balón parado o con el análisis de los rivales, sino también por sus decisiones durante los encuentros.
Suele ser el que le recomienda a su padre qué sustituciones introducir y ante el Mallorca lo volvió a hacer. Sin embargo, pasaron 20 minutos desde que Davide le recomendó hacer cambios hasta que los hizo Carletto. Un tiempo que pudo ser clave para que no se lograra la victoria a pesar de la buena imagen que dieron en la primera mitad.
Los cambios llegaron tarde
Es fácil hablar a posteriori, pero lo cierto es que con el transcurrir de los minutos se veía que el Madrid necesitaba algo diferente. El Mallorca dio un paso atrás y se encerró a defender un empate que le valía, confiando en conectar algún contragolpe peligroso, y aunque salió Modric, el encuentro demandaba algo más desde el banquillo.
Mbappé y Vinicius se manejan mejor cuando tienen espacios y pueden correr, por lo que el escenario era más propicio para Brahim o Güler, que sin embargo Carlo no se decidió a meterlos hasta cuando faltaban 5 minutos, cuando ya era demasiado tarde para solucionarlo.