Pep Guardiola estaba muy nervioso durante la vuelta de Champions League en el Etihad Stadium. Después de la remontada que sufrió el año pasado, él y sus jugadores se estuvieron preparando tácticamente y emocionalmente para este gran duelo, pero a pesar de ello, no pudo evitar dejarse llevar por los nervios en algunos momentos del partido.
Se apreció sobre todo en un lance del juego en el que Kevin de Bruyne pierde el balón por tomar la decisión de conducir el esférico, en lugar de dar un pase. Durante esos microsegundos, el técnico catalán no le paraba de gritar que le pasase. Y una vez perdido el balón se lo volvió a gritar. El mediocentro belga se enfadó mucho con Guardiola.
De Bruyne, cansado de los gritos y la presión que le estaba metiendo su entrenador, se giró y le gritó: "¡Shut up!, ¡shut up!" (¡Cállate!, ¡cállate!). En ese momento, Guardiola se dirigió enfadado al banquillo.
Se arrepintió
Tras finalizar el encuentro, celebraron la victoria, pero Guardiola no se olvidó de la acción del partido en la que se había enfrentado con su jugador más determinante. Le pidió perdón por lo sucedido y le explicó que estaba muy tenso por clasificarse. No quería que se cometiesen los mismos errores del año pasado.
Lo cierto es que a De Bruyne no le hacían falta las explicaciones. Se fundieron en un abrazo y arreglaron las cosas. El propio jugador también estaba nervioso y muy centrado en el partido, por lo que los gritos de su entrenador le alteraron todavía más, haciendo que perdiese las formas.