El Real Madrid está adentrado en la planificación de la próxima temporada y uno de los objetivos pasa por reforzar la defensa del equipo que comanda Carlo Ancelotti. La zaga está bajo mínimos, al tener lesionados de gravedad (Dani Carvajal, Éder Militao, David Alaba).
En las oficinas de Concha Espina tendrían ya el visto bueno de Trent Alexander-Arnold para unirse al Madrid a partir de la campaña que viene. El jugador del Liverpool termina su contrato con los ‘red’ en 2025 y su llegada se produciría en calidad de agente libre.
Arnold, con 26 años recién cumplidos, sería el elegido para abordar el relevo generacional en el lateral derecho después de que tanto Carvajal como Lucas Vázquez superen la treintena y, en el caso del primero, se ciernan muchas dudas sobre cómo regresará tras su triple rotura de rodilla.
El defensa inglés podría haber sido aconsejado por Jude Bellingham para terminar de convencerle por fichar por el Madrid. Ambos futbolistas comparten selección y tienen una buena relación de amistad.
Owen se pronuncia
Quien ha abordado el posible fichaje de Alexander-Arnold por el Madrid ha sido Michael Owen, que jugó tanto en las filas del Liverpool como en el Bernabéu: “Trent ha hecho todo por el Liverpool. Adora al Liverpool. Si se va, nadie debería reprocharle una experiencia diferente en su vida y su carrera. Pase lo que pase, debería ser considerado un héroe”.
Owen, que se hizo con el Balón de Oro en el año 2001 y fichó por el Madrid tres años después, se ha ofrecido como asesor de Arnold si éste necesita ayuda, reconociendo el gran incentivo que tiene para él jugar en Chamartín.
“Lamentablemente, afecta a la forma en que la gente te ve. Le empañará a ojos de algunos, aunque no debería. Si Trent quiere consejo tiene mi número. Estoy para cualquiera que quiera hablar. Trent sabe los pros y los contras. Es un tipo con sensibilidad. Jugar de blanco, en ese estadio y con su amigo Bellingham debe ser tentador para él”, ha admitido el ex delantero en una entrevista con ‘The Daily Telegraph’.
Owen, que pasó sin pena ni gloria por el Madrid y sólo aguantó un año en España, ha confesado que perdió el “control” de su carrera en el equipo blanco, admitiendo que nunca fue una “leyenda” en el Bernabéu y que le daría vergüenza pavonearse con los grandes del Madrid del pasado “porque no soy uno de ellos”.