El Real Madrid se impuso en la tarde del miércoles por 2-0 a la UD Las Palmas en un partido bastante completo de los pupilos de Carlo Ancelotti. A diferencia del día del derbi, los blancos se mostraron muy solventes atrás y fueron capaces de mantener la portería a cero.
Eso sí, en la zona ofensiva, el Real Madrid demostró tener ciertas carencias. Con Bellingham y Vinicius en el banquillo, a los madridistas les costó en exceso materializar las ocasiones. Un déficit que debe solventarse por el bien de los intereses del conjunto merengue.
Una de las imágenes del choque, sin duda alguna, la protagonizó Vinicius. El brasileño regresaba a la convocatoria después de haber superado su lesión y unos problemas estomacales. No jugó de inicio, pero si que pudo gozar de unos minutos sobre el césped del Bernabéu.
Vini es puro nervio
El carioca es un jugador al que le gusta sonreir, disfrutar y hacer disfrutar a la gente. Es de los que necesita gozar del fútbol para ser feliz, por eso ayer en el banquillo se le llevaban los demonios.
No paró ni un solo momento de hablar, gesticular, reirse y comentar todas las jugadas que se iban sucediendo en el encuentro. Encontró en Lucas Vázquez y Dani Ceballos a sus compañeros de aventuras, con los que compartió más de una confesión de lo que el partido estaba dando de sí.
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Resulta francamente llamativo como Vini comentó a sus compañeros una acción del partido, recriminando precisamente el juego de sus compañeros. Y es que el brasileño aseguró que: “¿Por qué hay que jugarlo todo? Siempre lo mismo”.
Poco después, salió a la banda para calentar y el Bernabéu se rindió a sus pies. El carioca regresó al terreno de juego, donde realmente es feliz.