El Real Madrid ha acostumbrado a sus seguidores a varias cosas. En primer lugar, las finales de la Champions se han convertido casi en rutina después de alcanzar 6 en los últimos 11 años. Pero también es una tradición que los aficionados merengues que no puedan viajar para animar al equipo, puedan seguir el partido en pantallas gigantes en el Santiago Bernabéu.
Hace dos años, las obras que se estaban llevando a cabo en el estadio fueron un obstáculo, pero se logró llevar a cabo y e en esta ocasión eran los eventos que hay programados para ese fin de semana. El Madrid cierra la Liga en casa ante el Betis y todo hace indicar que se jugará el sábado 25 de mayo a las 21:00, dentro de la jornada unificada.
El día 29, será Taylor Swift la que ocupe el coliseo blanco para tener la primera de sus actuaciones para un día después, el 30, dar el segundo concierto. Este empezará más pronto, ya que el primero lo hace a las 20:00 mientras que el segundo a las 18:30 y todo por una razón muy especial, preparar las pantallas para que se vea la final de la Champions.
La final en Wembley y en el Bernabéu
La final se disputa el día 1 de junio y los operarios tendrán unos días frenéticos para en apenas 48 horas desmontar el gran escenario que necesita Taylor Swift y poder montar las pantallas gigantes. Todo con un gran objetivo, que el madridismo siga cumpliendo su tradición y puedan ver el partido desde el estadio blanco.
Será un día especial ya que las pantallas no estarán sobre el césped, que al ser retráctil se podrá quitar para que se instalen sobre el suelo, la misma superficie que se utiliza en los conciertos y en el resto de eventos que el estadio del Real Madrid acogerá tras la reforma.