Sergio Busquets es un jugador que en su demarcación de mediocentro defensivo lo hace bastante bien. En especial, cuando estaba en la época dorada del FC Barcelona y de la selección española. Sin embargo, más allá de lo deportivo, tenía comportamiento reprochables y es que todavía hay quien recuerda su supuesto insulto racista a Marcelo, su pisotón a Pepe o la exageración que hizo para que expulsaran a Thiago Motta en unas semifinales de Champions.
Uno que estaba en esa eliminatoria fue Wesley Sneijder. El ex futbolista del Real Madrid ha cargado contra Busquets de una forma muy clara y contundente en una entrevista concedida a Ziggo Sports: "En 2010 ganamos 3-1 al Barcelona en casa, luego tuvimos que ir al Camp Nou y a los 8 minutos Motta le pegó y Busquets empezó a rodar por el suelo mientras se miraba las manos para ver si Motta había recibido la tarjeta roja, y luego se volvió a levantar y estaba bien, el llorón. Un tipo desagradable contra el que jugar", afirmó.
🚨🗣️ - Sneijder: "Busquets was an extremely annoying player, always giving it to others but never able to receive. As soon as he received one hit he would start crying. An absolute crybaby. I literally had fights with him every single game. At one point I told him: 'I will see… pic.twitter.com/unwHOU7YDR
— 𝐀𝐅𝐂 𝐀𝐉𝐀𝐗 💎 (@TheEuropeanLad) October 19, 2024
Sin embargo, no todo quedó ahí y dejó claro que es una persona bastante desagradable para jugar: "Busquets era un jugador extremadamente molesto, siempre le daba el balón a los demás pero nunca era capaz de recibirlo. En cuanto recibía un golpe se ponía a llorar. Era un completo llorón. Me peleé con él literalmente en cada partido. En un momento dado le dije: 'Te veré en Ibiza en verano, luego hablaremos de nuevo'.
El madridismo no olvida
Dentro del Real Madrid no olvidan como intentaron durante cierta época poner al conjunto blanco como el malo de la película y al FC Barcelona como el bueno. Con el paso del tiempo, se ha descubierto que no era así realmente.
Sneijder pasó sin pena ni gloria por la casa blanca. Se tuvo que marchar para dar hueco a Cristiano, Kaká y Benzema. Eso sí, tuvo buenos momentos de fútbol en Chamartín.