El nombre propio de las últimas horas, como no podía ser de otra manera, es Munuera Montero. El árbitro andaluz perpetró una actuación lamentable en el Osasuna - Real Madrid. Perjudicó considerablemente al cuadro merengue y en el seno de la entidad merengue están muy molestos con él. No es para menos.
Es uno de esos colegiados que pagaron al hijo de Enríquez Negreira para recibir servicios de coach. Un aspecto importante para entender su actuación en El Sadar es esta declaración de Estrada Fernández: "Después de mi querella contra Negreira me escribieron Soto Grado, Miguel Ángel Ortíz y Munuera (...) El único objetivo de Munuera Montero era sacarme información y dársela a algún miembro del CTA, con la que mantenía excelentes relaciones".
Es evidente que el fútbol español no es todo lo transparente que debería de ser. Florentino Pérez y su gente más cercana están hartos de todo lo que han tenido que aguantar en los últimos años, aunque la paciencia que están teniendo ya llega a su fin. El arbitraje que ha recibido el equipo de Ancelotti en las últimas tres jornadas son dantescos.
Complicado revalidar el título de liga
El Real Madrid no se rinde y, evidentemente, peleará hasta el final. Sin embargo, en la zona noble de Chamartín están convencidos de que va a ser muy complicado volver a quedar campeón en el campeonato doméstico. En solo tres partidos han sido capaces de quitar siete puntos de nueve posible al cuadro merengue. En estas condiciones, evidentemente, es muy complicado.
Por tanto, habrá que ver lo que termina sucediendo. Lo importante es que regresa la Champions esta semana y ese partido de uvelta contra el City es el más importante de la campaña hasta el momento. El Bernabéu debe llevar en volandas al equipo hacia lo octavos de final. El 2-3 de la ida no es definitivo