Thomas Gravensen fue jugador del Real Madrid durante la temporada 2005-2006. Fue fichado del Everton, equipo en el que estuvo cinco años (2000-2005). En ese año que defendió la camiseta blanca, Gravensen disputó 49 partidos, en los que solo consiguió marcar un gol. Fue internacional absoluto con Dinamarca, y disputó las fases finales de las Eurocopas del 200 y 2004 y de la Copa del Mundo de 2002.
Gravesen firmó para llenar un hueco en el mediocampo defensivo de Madrid, una posición algo diferente para él de su tiempo en el Everton. Iría, progresivamente, perdiendo protagonismo. Tras la protesta pública que hubo por su duro estilo de juego y el despido del entrenador del Real Madrid, Vanderlei Luxemburgo, y del director deportivo Arrigo Sacchi, que fueron los principales responsables de la contratación de Gravesen, parecía listo para dejar el Real Madrid en el mercado de invierno de 2006.
Sin embargo, el nuevo entrenador, López Caro, reviviría la carrera de Gravesen en el conjunto blanco, quien le volvió a hacer sitio en el once del equipo. Hacia el final de la temporada, Gravesen una vez más se encontró fuera del equipo, y en mayo de 2006 se informó que varios clubes estaban interesados en él. Finalmente, recalaría ese verano en el Celtic de Glasgow.
El mito que había sobre que estaba loco
Uno de los futbolistas que coincidió con Thomas Gravensen en el vestuario del Real Madrid fue Javi Balboa. El actual tertuliano de El Chiringuito se sometió a las preguntas de El Tertuliómetro y no dudó en escoger a Gravensen como el compañero más raro que ha tenido en el fútbol.
“El jugador más raro con el que he coincidido ha sido Gravensen. Tenía unos prontos que no eran ni medio normales. No sabías nunca por dónde podía salir”, afirmó Balboa que coincidió esa temporada con el danés y que jugó dos años en el Real Madrid (2004-2006).