Poco se sabe del momento más traumático en la carrera de Ferland Mendy. Lo que sí sabemos con seguridad es que su lesión más grave fue hace mucho tiempo y casi le cuesta una pierna.
Después de ser diagnosticado de artritis en la cadera, el jugador francés pasó un tiempo en silla de ruedas y estuvo a punto de perder la pierna. Una larga recuperación que le tuvo alejado de los terrenos de juego en la primera etapa de su carrera, cuando militaba en las categorías inferiores del Paris Saint Germain.
Su recuperación fue gracias a la cirugía, pero sobretodo a su gran capacidad para mantenerse firme en los momentos más adversos. Pudo incluso acabar con su carrera si su voluntad no hubiese sido de hierro. Justo lo que se reclama para ser partícipe de una plantilla como la del Real Madrid.
Poco a poco se fue recuperando, hasta el punto de que tuvo que aprender a andar en su segunda infancia, a los doce años. Aún así el jugador sufrió en su regreso a los campos de juego fuertes dolores durante un año y medio que cortaron su más pronta evolución.
Sin embargo, el actual lateral de los de Chamartín se mantuvo firme y siguió apostando por su sueño: jugar en la élite del fútbol mundial a pesar de todas las contrariedades. Una de ellas llegó cuando el doctor que lo diagnosticó predijo de forma equivocada y para gracia del Real Madrid que su carrera había terminado.
Pese a ello y con todo en contra, Ferland se fue recuperando hasta alcanzar las categorías profesionales del fútbol francés, pero no solo eso, sino también llegando al primer nivel, siendo uno de los jugadores más destacados en la Ligue 1 cuando vestía la camiseta del Olympique de Lyon. Siendo declarado durante dos años consecutivos como el mejor lateral izquierdo del campeonato.
Estos resultados brillantes le hicieron recalar en la agenda blanca, donde se formalizó su contrato en la temporada 2019/2020, convirtiéndose en indiscutible, primero para Zinedine Zidane y posteriormente para el técnico italiano, Carlo Ancelotti. Lejos queda ya aquella etapa traumática que solo un jugador con ese ADN puede superar llegando a la cima del fútbol y siendo imprescindible para el equipo blanco.