El empate de ayer supuso un antes y un después en el devenir de la temporada blanca. De ellos depende que al final de curso tengan más o menos títulos en la vitrina.
Pero más allá de eso, los jugadores que conforman la plantilla madridista se juegan también el orgullo y la reputación de vestir una de las mejores camisetas del mundo.
Las prestaciones que ofrece el equipo
El equipo es evidente que necesita una marcha y no puede salir a verlas venir. Los últimos partidos ligueros han demostrado que les falta algo para llegar a convencer a la hinchada madridista y volver a ilusionarnos de nuevo.
Cada vez que el Barça mostraba sus carencias, el equipo merengue desaprovechaba la oportunidad para darles caza. Así se ha visto cada vez que se les han puesto a tiro y a dos jornadas para que se juegue el clásico, Florentino Pérez quiso dar un charla a los suyos.
Este bajo hasta los vestuarios para conocer el estado de la plantilla y analizar qué era lo que había sucedido. Ese empate sin goles todavía evidenciaba más urgencias debido a que el once que acabó el partido estaba repleto de jugadores ofensivos.
La postura de Florentino ante el precipicio que se asoma el Real Madrid
Parece ser, según ha podido saber Planeta Real Madrid, el enfado del presidente es notorio desde hace ya semanas.
Su rostro empezó a cambiar desde la derrota en la Supercopa de España. Esa mala imagen encendió al máximo mandatario del club y este se temía lo peor. Pero si hay algo que también habría trascendido, es una reunión de larga duración que mantuvieron Ancelotti y Florentino para valorar las cosas.
Las urgencias de Ancelotti y el vestuario
De todos es conocido, que el rendimiento de los equipos del italiano decae en esa segunda temporada y así le fue en su primera etapa como madridista. Que Carletto está en la cuerda floja, es una realidad, aunque los jugadores tienen plena confianza en él para tratar de revertir la situación.
Por ahora siguen vivos en las tres competiciones, pero se deben poner el mono de trabajo para resolver todas estas grietas que empiezan a preocupar al personal. Se la juegan todos, pero a su favor, al Real Madrid nunca se le puede dar por muerto.