Luka Modric sigue incólume, sin ningún tipo de prisa por ‘jubilarse’ y ya afronta su decimotercera temporada en el Real Madrid, al que llegó gracias a la visión y cabeza de José Mourinho. Con 39 años recién cumplidos, el capitán del primer equipo blanco presenta su mejor cara en estos últimos años.
El croata, que terminó renovando con el Madrid este verano cuando todos daban por hecha su marcha del club, tuvo un rol secundario durante la temporada pasada, pero ha recobrado importancia y, de hecho, ya ha sido titular en cinco partidos de Liga, saliendo del banquillo en el resto.
Modric está entrando en los planes de Carlo Ancelotti y está jugándolo absolutamente todo con la Selección croata, de la que también es capitán, además de ser un absoluto referente para las generaciones más jóvenes.
“Estoy satisfecho con el inicio del curso, todo va bien, pero la temporada no es fácil. Nos jugamos muchos títulos y seguimos en la lucha por todos ellos”, afirmó Modric la semana pasada, que también mandó un mensaje a navegantes: “Sigo aquí por el amor que tengo por el fútbol y por Croacia”.
Tan en forma se encuentra Luka que, según adelantaba recientemente ‘Marca’, quiere jugar el Mundial de 2026 con Croacia y ampliar su contrato con el Real Madrid. Modric no plantea retirarse esta temporada, por lo que podría renovar su vínculo con el club blanco el próximo verano.
Una mente privilegiada
Vlatko Vucetic, el preparador físico de Modric, ha afirmado que la edad cronológica del croata dista mucho de su edad metáblocica, que es inferior a 30. Algo que no puede asombrar en un jugador que, pese a todo, sigue en buena forma.
“Quería jugar hasta los 36 años. Se había fijado ese objetivo, cuando nos conocimos por primera vez en el año 2012”, ha adelantado Vucetic. Pero, nos tememos, hay Luka para rato. Y que así sea.