El Real Madrid jugó su peor partido de la temporada en Lille. Al equipo le faltó fluidez, capacidad de reacción y de generar ocasiones de gol, pero sobre todo no hubo agresividad para ganar los duelos. Eso, sumado al tanto de Jonathan David de penalti propició la primera derrota del curso para los de Ancelotti, que llevaban muchos meses sin caer.
Era un encuentro especial para Mbappé, que regresaba a Francia, a la casa de su hermano Ethan que sin embargo se perdió el duelo por lesión. Kylian también estuvo a punto de hacerlo, pero logró recuperarse en tiempo récord para sumarse a la convocatoria e incluso tener algunos minutos en la segunda mitad, buscando la remontada que no llegó.
Faltando algo más de media hora, Carletto decidió poner sobre el césped al de Bondy y a Modric, sin embargo, ninguno de los dos fue capaz de cambiar el devenir del partido, algo que se notó sobre todo en el delantero, que dejó un curioso gesto en la derrota de su equipo, y que explica muchas cosas de las que pasaron ante el Lille.
Mbappé dejó un llamativo gesto
Tras el pitido final, Mbappé fue el primero en marcharse del césped, estaba muy enfadado con su partido, ya que su regreso a Francia no fue el esperado. Él tampoco estuvo fino, no tuvo buenas oportunidades para marcar, y cuando intentó ser diferencial no le acabaron saliendo las cosas, por lo que no pudo ayudar a sus compañeros.
Al acabar el partido estaba molesto con su actuación, sabía que no había sido el regreso que quería a su país, por él y por el resultado final. Sin embargo, Kylian salía de una lesión que le hizo perderse el derbi, y sabe que ahora tiene que seguir cogiendo ritmo para estar al máximo ante el Villarreal, que será otro duelo que tienen que ganar sí o sí.