David Alaba se ha ganado el respeto y el corazón de todos los madridistas. Ha completado una excelente temporada junto a su compañero de defensa, Eder Militao. El central austriaco llegó el verano pasado, procedente del Bayern de Munich, a coste cero, ya que terminaba contrato con los bávaros.
Sin duda su fichaje ha sido una auténtica ganga. Ha sido vital en la zona defensiva merengue para la cosecha de los tres títulos conseguidos de esta temporada: La Liga, la Supercopa de España y la Champions. Se hizo el jefe de la defensa nada más llegar con su liderazgo, su carisma y su tremenda experiencia en un grande como el Bayern de Munich.
Alaba será recordado para la posteridad por todo el madridismo por la famosa celebración de la silla. Tras el tercer gol de Karim Benzema ante el PSG, el que suponía adelantarse en el global de la eliminatoria y completar la remontada, el central austriaco cogió una de las sillas de seguridad y comenzó a agitarla como si estuviera celebrando la conquista de un título. Una celebración que se repitió en la celebración de la Liga y el otro día en la de la Champions.
¿Cómo se le ocurrió dicho festejo?
David Alaba concedió una entrevista a SPORT1 en la que se sinceró y habló sobre su primera gran noche europea con el Real Madrid y el espectacular ambiente que rodeó el vital partido frente al PSG. En ella comentó qué pasó por su cabeza al agarrar esa silla después de que Benzema marcara el tanto de la remontada.
"Es bueno probar nuevas celebraciones de vez en cuando. Y la silla estaba bien. No lo pensé mucho, sólo di rienda suelta a mis emociones. Con una remontada tan espectacular te puedes volver loco”, confesó el ex del Bayern.
El defensa blanco ha sido llegar y besar el santo, como se suele decir. Tres títulos, lograr ganarse el cariño del madridismo en tan poco tiempo y una celebración que siempre será recordada por todos los aficionados, sobre todo, porque fue el comienzo de uno de los capítulos más emocionantes de la historia del Real Madrid en la Copa de Europa, y tuvo el mejor de los desenlaces posibles: una nueva Liga de Campeones para las vitrinas del Santiago Bernabéu.