Todo el mundo conoce al Kylian Mbappé futbolista. El de Bondy ya ha demostrado al mundo con solo 23 años que es uno de los mejores jugadores del planeta, más aún con su espectacular eliminatoria ante el Real Madrid, en la que el francés fue claramente el mejor jugador de su equipo, a pesar de haber caído eliminado. Lo que mucha gente desconoce del delantero del PSG es que tiene una afición un tanto arriesgada e insegura.
Es prácticamente un hecho que Kylian Mbappé aterrizará en Chamartín este verano para al fin poder cumplir el sueño de su vida. Después de que el verano pasado el Paris Saint Germain rechazara los 200 kilos que el Madrid ofreció por el futbolista, el galo abandonará a final de temporada la disciplina parisina sin dejar ningún céntimo en las arcas del club.
Los madridistas esperan ansiosos su llegada sabiendo el jugador que recalará en el conjunto blanco. La eliminatoria de octavos ante el PSG fue una buena muestra de lo que podrá ofrecer Mbappé en la banda del Santiago Bernabéu.
Como todos los futbolistas, la perla francesa tiene muchos hobbys que mucha gente no conoce. Mbappé es un gran aficionado al tenis y le encanta echar partidas de FIFA en la Playstation con su hermano pequeño Ethan. Sin embargo, hay otra pasión que esconde y que es un tanto peligrosa por el riesgo que conlleva.
Mbappé, junto con su hermano y su padre el día de su presentación
Al parecer, el francés es un gran seguidor del esquí. Junto al tenis, es un deporte que le encanta y que practicaba mucho cuando era un niño. No obstante, tuvo que dejar este deporte invernal cuando se hizo profesional del fútbol por su propia seguridad ante posibles lesiones. En una entrevista, Kylian aseguró que el esquí es lo que más echa de menos desde que es futbolista de élite, pero cuando se jubile alquilará una gran pista para pasarse el día esquiando.
Por lo tanto, en el Madrid pueden estar tranquilos respecto a este tema. La futura estrella madridista prioriza el fútbol por encima de todo. Lo ha demostrado renunciando al esquí, pasión que le hacía muy feliz en su infancia, pero que lo verá recompensado cuando este verano sea aclamado y vitoreado por miles de personas en el mayor templo del fútbol mundial.