La derrota del Real Madrid contra el Milan (1-3) en el nuevo Bernabéu sigue escociendo en el seno del madridismo y, por mucho que pasen los días, no hay tregua. Las alarmas se han encendido y, en esta ocasión, el equipo parece haber llegado a una situación límite.
Carlo Ancelotti sigue probando sin éxito todo tipo de variantes para hacer funcionar a sus futbolistas, pero el técnico italiano no encuentra la fórmula adecuada. Su figura ya está discutida y el Madrid no puede fallar más.
El conjunto blanco ya suma dos derrotas de forma consecutiva y el ambiente está excesivamente caldeado. El encuentro de este sábado contra Osasuna, a las 14 horas en Chamartín, es una prueba de fuego.
Una de las decisiones más llamativas que tomó Ancelotti en el partido de Liga de Campeones fue el cambio que realizó, en el descanso, de Fede Valverde. En su lugar, entró Camavinga.
Algo totalmente inédito, porque el uruguayo apenas se había perdido 20 minutos contra el Alavés, en Liga, al ser un jugador indispensable en los esquemas del técnico transalpino.
“Valverde no estaba al 100%, tenía molestias en la espalda. Ayer entrenó bien, pero ha sentido ese dolor en la primera parte y hemos decidido sustituirlo”, manifestó Ancelotti en sala mixta ante los micrófonos de Movistar.
El entorno lo desmiente
Según ha avanzado la Cadena COPE, las justificaciones ofrecidas por el entrenador del Madrid no serían ciertas. El entorno más cercano de Valverde niega que el centrocampista sufra una lesión en la espalda.
La mujer de Valverde, Mina Bonino, fue la primera en reaccionar al cambio del uruguayo. “Tengo que cerrar esto mejor porque me llevan presa”, escribía en la red social X. E iba a más cuando un usuario la replicaba: “Hermano, donde mejor juega Fede es de pivote. ¿De qué me hablas? ¿Cuándo van a entender de una put* vez que Fede no es extremo?”.