Después de que se produjesen todos los avisos y hubiese una suspensión temporal del encuentro, un aficionado volvió a lanzar un objeto al terreno de juego. En ese momento, Dani Carvajal lo recogió y lo echó fuera del terreno de juego sin realizar ninguna indicación al árbitro. Esta acción recordó a la de un Clásico de Liga en la que Puyol recogió un mechero en el Bernabéu y lo lanzó fuera del césped.
Courtois no hizo lo mismo antes de la suspensión temporal, porque fueron muchos objetos y no paraban de caer. Las dos acciones son respetables y entendibles, porque no todos gestionan de la misma manera la tensión que genera la posibilidad de que te golpeen con algo.
En el Madrid están indignados con el comportamiento que tuvieron algunos aficionados del Atlético de Madrid. Hay que reconocer que son una minoría, pero el club no ha hecho nada para que esta minoría deje de existir.
Una imagen dañada
Una vez más, el fútbol español, y en especial, el Atlético de Madrid, vuelve a quedar en evidencia. Lo que se vivió en el Metropolitano es una vergüenza, y no debería volver a repetirse en un campo de fútbol. Algunos aficionados del propio Atleti se marcharon del campo con sus hijos cuando comenzó a producirse ese ambiente, porque consideraron que era un mal ejemplo para ellos.
Por desgracia, millones de personas han podido ver ese triste espectáculo a través de televisión. Parecía que estábamos viendo un partido de otro año, de hace varias décadas. Los violentos no pueden seguir entrando a los estadios de fútbol. Que gestionen su odio y sus problemas de otra manera, no faltando el respeto e intentando agredir a los jugadores del equipo rival.