Benzema se cogió un enfado tremendo con Ancelotti: “Estoy b…”

Algunos dicen que se quejó por no tener una bolsa de hielo al momento, pero el enfado de Benzema fue por el cambio

18 de Abril de 2023
Benzema se iba de vacío en el partido de Champions

Triunfaba el Real Madrid en Stamford Bridge y lo hacía con tranquilidad. Misma lectura que el partido de ida, con un rival muy tímido y casi sin asomarse al área rival. Ancelotti no quería problemas y sacaba su once de gala al que ya nos tiene acostumbrados.

El partido del francés en Stamford Bridge
 

La primera mitad se iba de vacío, y en la segunda, la réplica sorprendía con esos goles de Rodrygo. Pero parecía que algo no acababa de funcionar y este era la finalización de cara a portería.

Problemas para finalizar jugada, un equipo conservador y con poca pegada, que evidenciaba la timidez de su delantero, Karim Benzema. 

 

Este desaparecía del duelo o bien no se iba del todo contento de Londres. El galo era de los primeros cambios del entrenador italiano y así quedaba de lo más perjudicado tras tener que abandonar el terreno de juego.

El partido de Benzema
 

No era su partido y se notaba en el marcador y en las ocasiones que había generado el equipo blanco. El peligro llega casi todo por la banda de Rodrygo y esos centros no encontraban rematador. 

El francés encaraba malhumorado el banquillo y hasta le reprochaba la decisión a su entrenador que tampoco ponía buena cara con la reacción de su jugador. Las primeras hipótesis se interpretaban de forma que Carletto le habría quitado por precaución.

La situación tensa del delantero
 

Con el partido resuelto y prácticamente sin nada que jugarse, el entrenado prefería reservarlo y que este descansara de la mejor forma. Aunque como era de esperar, el delantero quería seguir jugando. Sin embargo, algunos han intentado vender un 'fake', y es que se molestó porque cuando salió, no tenía una bolsa de hielo de inmediato para ponérsela en la pierna. Aún le dolía (eso si es cierto) una entrada de Thiago Silva en el primer tiempo.

Esta es la habitual reacción de cualquier delantero con hambre de goles. Una diana hubiera cambiado su humor, pero visto que hoy no le entraban, se fustigaba a él mismo al no conseguir los objetivos de su entrenador. Parece que su relación no peligra y siempre se han admirado mutuamente. Como a cualquier Balón de Oro, simplemente le molestó el cambio, pero la cosa quedó en Stamford Bridge.