El Real Madrid consiguió ayer vencer por 2-0 a la UD Las Palmas en un partido de mucho esfuerzo, sacrificio y paciencia. El equipo insular jugó sus cartas en el Bernabéu, puso el cerrojo en la zona defensiva y aguardó pacientemente para evitar que el Madrid se sintiese cómodo.
Carletto, que llegaba al encuentro muy cuestionado después de la debacle en el derbi ante el Atlético de Madrid, puso sobre el césped del templo madridista un once algo revolucionario, sobretodo con la gran sorpresa de Bellingham, quien vio el partido desde el banquillo.
Quien tuvo la oportunidad de demostrar su valía fue Brahim Díaz. El talentoso mediapunta malagueño gozó de su primera titularidad en partido oficial con el Real Madrid, y desde un primer momento dejó claro que la iba a aprovechar.
El andaluz estuvo superlativo. Corrió como el que más en la presión, demostró tener una calidad única con el cuero en sus botas, creó ocasiones de peligro y, lo más importante, fue capaz de anotar un golazo que abría la lata justo antes del descanso.
El Bernabéu vibró con el atacante madridista, y éste disfrutó como nunca del fútbol portando el escudo del Real Madrid en el pecho.
Sus compañeros alucinaron con él
Brahim fue, sin duda, el hombre destacado del encuentro. Incluso los propios compañeros alucinaron con lo que el ex del AC Milan era capaz de hacer. Le arroparon antes y después del partido, demostrando que todos juntos son una piña.
Brahim getting the love from the squad. 🤝✨ pic.twitter.com/3jvWCwC0aX
— Madrid Zone (@theMadridZone) September 27, 2023
En una publicación del propio Brahim en redes sociales también se ha podido ver cómo le ha bautizado el vestuario. El jugador ha recibido multitud de comentarios positivos de sus compañeros, pero entre todos ellos, sobresale uno que le menciona como ‘mago’.
✨ Victoria mágica en el Bernabéu 🏟️.
— Brahim (@Brahim) September 27, 2023
Contento por el gol y el cariño de los madridistas. #HalaMadrid 🤍 @realmadrid pic.twitter.com/yQmhwVYFPd
Los trucos de magia de Brahim han cautivado al vestuario madridista. El compañerismo y el buen rollo imperan en un equipo que debe estar más unido que nunca para alcanzar los objetivos.