Camavinga encendió todas las alarmas con su lesión. El centrocampista sufría un percance en el entrenamiento previo a la Supercopa, lo que sin duda está condicionando a Ancelotti. Ha perdido a una pieza importante sobre todo teniendo en cuenta que todavía están adaptándose a la retirada de Kroos, que ha sido un golpe difícil de superarlo.
Todo hacía indicar que, cuando Eduardo regresase, él sería titular. Estaba llamado a asumir más responsabilidad en el juego blanco, sin embargo, la idea de Carletto parece ser diferente, ya que en mente tiene el seguir apostando por Tchouaméni. Considera que él y Fede Valverde van a ser la base del equipo y se tienen que integrar cuanto antes.
Al igual que hizo el curso pasado, con un doble pivote confirmado por el charrúa y Kroos, esta vez en vez de Toni situaría a Tchouaméni, buscando que este aporte más solidez y seguridad defensiva al equipo, mientras que Fede sería el encargado de ayudar a Bellingham en la elaboración del juego, aportando soluciones y abriendo espacios.
Camavinga será el revulsivo
Es cierto que estamos ante una temporada con un calendario extenuante y las rotaciones van a ser un habitual en el cuadro merengue, por lo que Camavinga va a tener oportunidades de jugar como interior o como pivote, pero el plan inicial es que espere su momento en el banquillo, pudiendo ser un revulsivo cuando las cosas se pongan cuesta arriba.
Hay que recordar que en la Champions de 2022 ese fue el rol que asumió y fue un jugador importante para cambiar el devenir de varios encuentros, como ante el PSG en el Bernabéu. Algo que Ancelotti supo explotar y que de momento quiere volver a hacerlo, aunque como hemos dicho, la temporada todavía es muy larga.