Que te llame el Real Madrid no es algo que ocurra todos los días. A los 16 años, la edad de un joven adolescente puede pensar en muchas cosas. Para Vinicius fue un cambio en su vida radical.
El jugador de Sao Gonçalo, era el elegido para jugar en las filas de Chamartín. Su proyección era abismal. Por ello el club blanco no quiso esperar más de la cuenta y llevarse al prometedor jugador cuanto antes. Él también lo tuvo claro, así que no dudó en ningún momento.
Lo demás ya es historia. Ahora mismo se ha convertido en el emblema de la entidad y es la mayor ilusión para la parroquia merengue. Dejar una vida atrás para dedicarse al sueño de tu vida es un cambio que puede provocar varias consecuencias.
Vivir lejos de casa, en otro país, otras culturas, nuevos amigos…Estos fueron los que se reían de Vinicius, sorprendidos cuando el jugador les contó la noticia. Nadie se lo podía creer, pero el sueño se había cumplido. Son casos que solo ocurren una vez cada mucho tiempo.
La madurez de Vinicius
Vinicius ha madurado a pasos agigantados. Se ha convertido en uno de los mejores jugadores del mundo y en la estrella de la liga. Será el héroe madridista durante muchos años. Ahora tan solo tiene 22, y todavía tiene mucha proyección para sorprender a mucha gente.
Ahora son sus amigos, los que se asombran con el talento del jugador. No se pierden un partido y le acompañan allí dónde va. Parece fácil lo que hace, pero su brillantez es arrolladora. Goles de auténtica factura, una combinación perfecta con Benzema y amor por este escudo.
Su fútbol es inspirador. Muchos habían perdido la fe en él, pero es un jugador tan desequilibrante que nunca sabes por dónde te va a salir. Se ha ganado un puesto más que merecido en el once y ahora nadie es capaz de borrarle de allí.
La humildad, el trabajo y el compromiso del jugador con el club hace que su relación con la grada sea más completa. Es el ojito derecho de Florentino, quién lo trajo al club. Una magnífica operación con la que los dirigentes blancos se frotan las manos cada día que pasa.