Si hoy el madridismo puede disfrutar de uno de los mejores extremos de Europa y con mayor proyección es gracias a Vinicius José Paixao de Oliveira, su padre. Desde que comenzara la carrera del jugador brasileño su progenitor no ha dejado de apoyarle ni un solo momento. En el primer aniversario de Vinicius con los de blanco, allá por 2019, este concedió una entrevista a los micros de Real Madrid Televisión donde declaraba que su padre fue clave en su desarrollo como profesional.
“Vivía con mi abuela, mi madre y mi padre hasta los 10 años, porque después se mudó a Sao Paulo (…) Se fue para ganar dinero y que yo pudiera jugar a fútbol, aunque no me lo decía". Y es que Vinicius José sabía que su hijo guardaba en sus botas un fútbol que de ser bien gestionado podría maravillar al mundo, tal y como está ocurriendo en la actualidad.
Pues no andaba desafinado, pronto hizo las maletas para salir de São Gonçalo, el municipio con más habitantes de Rio de Janeiro. Donde la bahía de Guanabara rodea esta localidad que nada tiene que ver con el fenómeno turístico de la capital. Casas muy sencillas, sin detalles estrictamente necesarios, todo lo contrario que el fútbol del pequeño Vini. Un sitio muy peligroso en Brasil donde las malas influencias y el tráfico de drogas eran una constante y una fábrica para romper sueños.
Su padre consciente de ello decidió dejar a la familia al cargo de su mujer, Fernanda, para poder financiar los progresos de Vini, primero en el fútbol sala “donde lo aprendí todo”, declara, y más tarde en el fútbol de campo abierto. Vinicius José se apañaba para mantener la casa y los gastos de sus tres hijos, el joven futbolista y sus hermanos Alessandra y Netinho, actual canterano del Alcobendas.
Pero los primeros momentos en el fútbol brasileño no fueron fáciles para Vinicius Junior, a los 10 años fichó por el Flamengo. No cobraba y solo le ayudaban con algunos gastos que por otra parte no llegaban a cubrir sus desplazamientos. Pronto, gracias a su fútbol, todo cambió. El Flamengo no quería dejarlo escapar pues el Madrid ya preguntaba por él desde los 12 años.
Sin embargo, no fue hasta años más tarde cuando llegó el momento: “Mi fichaje por el Real Madrid pensaba que no era verdad. Los periódicos hablaban y yo no sabía nada. Vino la propuesta del Real Madrid y tenía que elegir en dos días. Mi padre me dijo que eligiera con el corazón. En Brasil no hay nada parecido a lo que tiene Madrid: la ciudad, el Bernabéu, los jugadores”.