Karim Benzema ha recuperado el cariño de la afición. Tras años de excesos tanto en el volante, como con las mujeres, como el insólito caso Valbuena que le tuvo retirado de la selección francesa durante varios años. Karim Benzema es un hombre nuevo, que nada tiene que ver con ese pasado turbio que ha decidido dejar atrás.
Lyon, el único sitio en donde nadie le para por la calle
Un renacimiento personal y profesional, le ha costado muchos años volver a ganarse a su público. Con carácter reservado algo que para él es muy difícil de cambiar, asegura que le gustaría que la gente le conociera un poco mejor.
Ya nada queda de aquel chico con tendencia al sobrepeso, que sufrió bullying por ser musulmán en un colegio católico y que se crió en uno de los peores suburbios de Lyon.
A pesar de ello, paradójicamente apunta a que Lyon es uno de los pocos lugares por los que puede caminar tranquilamente, sin que nadie se le acerque a pedirle un autógrafo. De hecho, cuando vuelve a su ciudad, la gente no le para apenas por la calle y en Lyon puede ir a cualquier sitio tranquilamente, sin ningún problema, conoce a mucha gente de esa localidad y para ellos es uno más.
A pesar de todo, Karim Benzema se considera un hombre normal. Con estabilidad en su trabajo, con equilibrio en su familia, padre de dos hijos Ibrahim y Melià, se siente muy bien actualmente dentro de su vida en Madrid, con su familia y con el fútbol.