Andriy Lunin ha tenido este domingo la oportunidad de ponerse bajo los palos del Santiago Bernabéu con motivo de la lesión de Thibaut Courtois. La última vez que se vestía de corto fue en el derbi ante el Atlético de Madrid de la pasada temporada, con la Liga ya ganada, una noche en la que tuvo que soportar cánticos asquerosos relacionados con la masacre que está sufriendo su país, Ucrania.
La guerra que enfrenta a Ucrania con Rusia ha golpeado fuerte al cancerbero madridista, que ha tenido el apoyo de todos sus compañeros en el vestuario pero en especial de tres futbolistas, los que también han vivido en sus carnes los horrores de la guerra y sus consecuencias. Es el caso de Luka Modric, de Antonio Rüdiger y de Eduardo Camavinga.
El guardameta ucraniano está muy pendiente de lo que pasa en su país y reza para que la guerra termine de una vez por todas y sus compatriotas puedan rehacer sus vidas. Estos tres compañeros, según ha podido confirmar Planeta Real Madrid, le han brindado todo el apoyo. Modric y Camavinga desde el minuto uno del comienzo de la guerra, y Rüdiger desde que aterrizó en el vestuario. Los tres han sido un apoyo moral fundamental para Lunin.
Y es que todos ellos han sufrido también, de una manera o de otra, lo que es que sus países estuvieran en guerra. Cuando se vive algo en primera persona, se empatiza mucho más con el sufrimiento ajeno en una situación similar.
Los tres 'supervivientes' de la guerra del vestuario del Madrid
El caso de Luka Modric es sin lugar a dudas el más conocido por todos. El futbolista y su familia tuvieron que huir de su casa durante la Guerra de los Balcanes, después de que el abuelo del centrocampista del Real Madrid fuera asesinado. Luka creció con el sonido de las bombas y pasó tragos muy duros cuando apenas era un niño. Sabe lo que es la guerra y lo fuerte que golpea a los que la sufren.
Eduardo Camavinga, por su parte, tuvo más fortuna porque no vivió en primera persona los horrores de la guerra. Fue su familia la que huyó del Congo para refugiarse en Angola. El jugador francés nació en un campo de refugiados después de que sus padres abandonaran su país. La situación en la que nació y lo que vivió durante sus primeros años forjaron su carácter y marcaron su personalidad.
Finalmente, Antonio Rüdiger también nació en Berlín después de que sus padres abandonaran Sierra Leona huyendo de la guerra civil. Al igual que Camavinga, no vivió directamente lo que es la guerra pero su vida ha estado marcada por esa huída de sus padres rumbo a Alemania.
De este modo, los tres futbolistas están muy familiarizados con lo que significa la guerra y se solidarizan al máximo con Lunin por lo que está viviendo él y toda su familia. Los tres han brindado un apoyo moral muy importante a Lunin y el cancerbero ucraniano se siente muy agradecido.