Las aventuras de Sergio Ramos tras los campos de fútbol siempre han estado en boca de todo el mundo y su pasión por los caballos no podría ser menos. Lo que ha sorprendido, lejos de la cultura andaluza del de Camas, es que otro ex Madrid como el delantero inglés Michael Owen también se dedique a la crianza de caballos. De ahí que pueda surgir en el futuro una relación profesional entre delantero y central, esta vez sin la camiseta del Real Madrid y a lomos de un pura sangre.
Al actual jugador del Paris Saint Germain lo hemos visto en innumerables ocasiones rodeado de estos animales en su finca de Sevilla, a la que llamó Yeguada SR4. De hecho, en el documental de Ramos aparece él mismo explicando esta pasión y describiendo cómo funciona su día a día en este rincón de Andalucía, cuando la agenda deportiva se lo permite.
Uno de los últimos caballos que adquirió el sevillano está tasado en 1,5 millones de euros, por lo que da más razón aún de que más que un hobbie ya es una profesión. Más incluso cuando la carrera de Sergio Ramos entra en el ocaso. Pues tras la mala temporada con el PSG puede que se esté planteando colgar las botas y coger las riendas.
Michael Owen, también comparte este hobbie, aunque al igual que el español ya tiene más tintes de profesión que de entretenimiento, pues se sabe que el inglés a parte de criar yeguas y caballos se estuvo preparando para jinete de carreras. Un tipo de competición que difiera de la doma clásica más típica del sur de España y por la que apuesta el camero.
De hecho, el ex delantero de Madrid y Liverpool ha tenido que perder hasta 10 kilos puesto que su intención ha sido la de competir en las carreras de caballos. Ya lleva años retirado y su inmersión en el mundo ecuestre ha sido una constante desde que se alejara del planeta fútbol.
Quién sabe si esta conexión de pareceres puede llegar en un futuro a cuajar como una relación profesional entre dos futbolistas, que además de compartir su amor por el Real Madrid, también lo hacen por el ganado equino. El arraigo a esta cultura y al fútbol los sitúan como socios de una profesión que no deja indiferente a nadie.