Thibaut Courtois es uno de esos jugadores que es reconocido mundialmente por sus grandes actuaciones. Sin embargo, desde su vuelta a La Liga, no sentó demasiado bien a algunos sectores. El guardameta tuvo un pasado colchonero en su día, pero sus actuaciones como madridista, le han hecho olvidar esos recuerdos de la Ribera del Manzanares. El otro club con el que simpatiza el portero es el Tenerife y en Planeta Real Masrid te explicamos el porque.
Los perjudicados siempre han sido los atléticos. Su afición ya no le traga y hasta intentaron quitar su placa como centenario en las inmediaciones del estadio. Pero no solo eso. También tuvo su particular pique con Almeida, alcalde de Madrid, que es un hincha rojiblanco.
Su idilio con el Tenerife
Todos estos detalles, consiguieron alejarse por completo de la postura de los que se hacen llamar “indios”. Así que pocos recuerdos alberga ya el cancerbero de su pasado allí. De ahí a que la anécdota con el equipo isleño tenga tanto peso. Del Tenerife tenía que ser.
Esto le viene motivado de una antigua relación que tuvo. El madridista fue padre hasta en dos ocasiones y tiene a sus hijos viviendo en la isla. La madre de las criaturas y pareja del futbolista es una influencer conocida como Marta Domínguez. La relación no llegó a buen puerto y eso provocó que ambos decidieran emprender su propio camino.
Pero si de algo no se ha olvidado es de lo bonito que es la isla. Sin ir más lejos, el arquero decidió apostar fuerte por el equipo tinerfeño, en los pasados playoffs de ascenso. Pero la guasa de Thibaut fue tal que hasta escribió mal el gentilicio de la islas. “Tenerifeños” les llegó a llamar.
El club se medía ante un Girona, que finalmente es el que ha subido a la máxima categoría, pero en aquellos días estuvo muy activo por redes e incluso el club también le devolvió varios de sus guiños.
El rendimiento de Thibaut Courtois sobre el verde
El guardameta blanco ha conseguido ser una referencia en la portería y su gran temporada del año pasado le abala como uno de los mejores en su puesto. Aunque parece que todos los esfuerzos que puso para ser el mejor, le están pasando factura en esta.
El belga arrastra una pubalgia complicada que parece no resolverse. Aun así, los servicios médicos del club ya llevan trabajando semanas con él y tras perderse varios partidos, sumado a las dudas que ha podido generar Lunin, su vuelta está cada vez más cerca. El arquero volvería para el partido del domingo ante el eterno rival, el FC. Barcelona. Pero todo esta pendiente de evolución. Veremos cuál es el criterio que toma definitivamente Carlo Ancelotti. El italiano también está a expensas que lo del propio Rüdiger no sea nada.