Si hay alguien que ha tomado la iniciativa y ya ha puesto la directa en este inicio de temporada, ese es Rodrygo Goes. Su potencial fútbol ha hecho que miles de aficionados vibren con él a cada rato. Su efectividad goleadora es asombrosa, tanto que algunos ya le ponen al mismo nivel de Vinicius siendo más joven.
No hay duda de que todo lo que ha conseguido es auténticamente meritorio y que a estas altura el debate para Ancelotti no sería tan fuerte. Con estas, todos los que quieran jugar ya se pueden poner a la cola: Asensio, Hazard, Mariano y compañía.
Ancelotti ha encontrado en el brasileño un valor seguro y ahora no quiere desprenderse de su presencia en el once.
Rodrygo es como un auténtico rayo
Como le llamaban de pequeño, “Rayo” Rodrygo, es vital en el esquema blanco. Este apodo se debe a su efervescencia como jugador total. Va corriendo a todos lados y parece que no se cansa nunca.
Cuando jugaba en el Santos, ya destacaba por su verticalidad y potencia. Esa madurez deportiva le han ayudado a anotar muchos goles. Es un auténtico puñal y ya no le quedan muchos halagos para seguir alabándole.
En siete encuentros disputados acumula tres goles y dos asistencias. Todas ellas determinantes para convertirse en la referencia arriba con la ausencia de Benzema. Parece que el club puede estar tranquilo ya que su mejor versión se ha visto en el verde cuando el galo ha faltado.
Rodrygo puede estar muy satisfecho de todo lo que ha conseguido. Si nada cambia será quién liderará el equipo del futuro y su insistencia por banda es clave para seguir profundizarse como un auténtico madridista.
Rodrygo puede hacer historia de blanco
Es un mago con el balón. En la campaña anterior ya se salió y todo parece indicar que esta sea la de su consolidación. Si su trabajo sigue igual, puede llegar a convertirse en un jugador determinante.
Parece estar feliz en Madrid y a pesar que su hogar esté lejos, a los suyos los tiene muy de cerca. El Bernabéu es su nuevo hogar durante muchos años y ese “rayo” tiene que seguir brillando durante mucho más tiempo.
De momento el objetivo se cumple y les ha ganado la partida a todos sus compañeros, quiénes hablan muy bien de él. Ha sido el guía en los días en los que Benzema no ha aparecido. La luz de ese rayo que ha llevado al equipo hacia la victoria.
Trabaja en silencio, ordenado y disciplinado con mucha proyección por delante. Tasado en un valor de 60 millones de euros, pronto puede que oscile a categorías de estrellas. Acumula un gran número de partidos y todo puede hacer pensar que hará historia en Chamartín.