Fue en julio de 2018 cuando a los 18 años de edad Vinicius Junior aterrizó en Madrid por primera vez luchando en una ardua batalla por llegar a la alineación del Real Madrid, y es que conseguir un lugar regular en ella no es apto para tímidos. Hay que luchar mucho, ya que hasta los mayores talentos y las mejores contrataciones pueden estar un día en la cima y al siguiente en el subsuelo, perdiendo la simpatía de los medios de comunicación y de los aficionados.
Pero Vinicius ha sabido mantener muy bien esta misión. De hecho, no son pocos los amigos y familiares que se han desplazado para apoyarlo y han querido de poner parte de su propia identidad para ayudarle en lo que necesite. Entre ellos sus dos mejores amigos Wesley y Menegate, que no dudaron en dejar su país natal para acompañar a Vinicius Junior en esta aventura.
Su tía Vanessa, la cocinera de la familia
Pero ante todo Vinicius y su gente busca la normalidad. Por ejemplo, Vanessa, su tía y es una de las personas que viven con él es la encargada de cocinar todas las comidas para su familia, con un menú que es bastante tradicional y humilde que Vinicius no quiere cambiar: arroz, frijoles y proteínas, ingredientes básicos propios de Brasil.
La mayoría de los días, la familia se reúne en la mesa un par de horas antes de la cena para comer rebanadas de un pastel de harina de maíz típico de Brasil que se conoce como bolo de fubá con café mientras escuchan música en la sala de estar.
Sin contar que viven en una mansión de lujo que fue ocupada por el director ejecutivo de uno de los minoristas más grandes de España, si bien, esta escena podría pasar perfectamente por un grupo de familia y amigos que están disfrutando de una buena compañía, charlando sobre el fútbol y alabando la comida de Vanessa.