Gareth Bale parece haberse descentrado totalmente del Real Madrid. El galés apenas ha disputado minutos esta temporada con el conjunto blanco, y parece no importarle en absoluto. Se encuentra totalmente apartado por su entrenador y por el resto de sus compañeros.
En la celebración del vestuario de la victoria cosechada en Sevilla el pasado domingo, Bale fue el único jugador que no hizo piña junto al resto de los integrantes de la primera plantilla, lo que demuestra lo fuera que está del equipo. Acaba contrato este próximo 30 de junio, por lo que se despedirá del club madridista tras ocho temporadas y 17 títulos, con una más que segura tercera Liga y con posibilidades de una quinta Champions.
Sin embargo, con su equipo nacional, está más que comprometido. En el anterior parón de selecciones, Bale marcó dos golazos para derrotar a la Austria de David Alaba y seguir optando por una plaza en el próximo Mundial de Qatar. El Bale de Gales es un jugador totalmente distinto al del Real Madrid.
Problemas con su negocio
El de Cardiff está actualmente atravesando por una adversidad que no tiene nada que ver con el fútbol. Se trata de su nuevo negocio. Tenía la intención de abrir un local en la ciudad inglesa de Bristol, y se ha encontrado con la negativa del vecindario.
Según informó la BBC, los vecinos hicieron llegar al jugador su oposición para poner en marcha este proyecto. Unos motivos que fueron explicados por el representante del vecinal, David Mair: “Con cada nuevo bar que se abre, el ruido y el comportamiento antisocial alrededor de los edificios empeoran”, aseguró.
La principal razón de esta disputa tiene que ver con el horario, según los vecinos. El cierre del local está establecido para la 1:30 horas de jueves a sábado y de 00:30 de domingo a miércoles, motivo por el que los vecinos se han quejado y se han opuesto firmemente, por lo que Bale tendrá que tomar cartas en el asunto si quiere seguir adelante con su negocio y hacerlo sin molestar a la gente de este barrio de Bristol.