Parece que en esta vida no se puede tener todo, sino que se lo digan a Marco Asensio. El balear no atraviesa su mejor momento en el club, pero parece que no le queda otra que asumir su rol de suplente. Aun así los números del balear son atractivos por lo poco que juega y es que esto solo se explica porque la calidad de cada uno de los jugadores madridistas es abismal.
En casa parece que la pelea también la tiene perdida y es que con su chica, Sandra Garal, no hay forma de convecerla para que la familia crezca. Juntos llevan ya numeroso tiempo juntos, y prometidos desde el pasado verano, buscan ahora la fecha de su enlace matrimonial. Pero si hay algo que Marco quiere hacer antes de casarse, es adquirir un último capricho: hacerse con un “chow chow”.
Sandra Garal lo tiene claro
Pero Sandra, arquitecta de profesión, se niega rotundamente. Así lo anunciaba ella misma por su cuenta personal, cuando uno de sus seguidores se aventuró a preguntar si tendrían más mascotas en casa. Actualmente la pareja ya tenía como tres animales más: tres perros y un conejo. La raza de los otros perros son un haski, un bulldog y un perro salsicha.
Esta raza es muy característica ya que estos animales suelen ser muy peludos. Su pelaje es muy característico ya que lo tiene todo de punta, aunque es muy suave y cariñoso. Suelen ser de pequeño tamaño y de colotes claros, aunque siempre hay excepciones.
Tienen tanto pelo que apenas se le ven los ojos. Pero si hay algo que destacan es porque realmente tienen un parecido a un oso de peluche. Son achuchables y fáciles de llevar. Este perro es tradicional del norte de China, pero cada vez son más los que vemos comunmente por la calle.
Para cuidar a este tipo de animales, se necesita tiempo y parece que ni uno ni otro están accesibles a ello. Sus apretadas agendas son complicadas de gestionar y eso hace que su cuidado pueda ponerse en peligro. Veremos qué desenlace tiene esta historia, pero ahora mismo peligra.
Asensio sigue con el objetivo de quedarse en el Real Madrid
El futbolista ahora trata de aprovechar los ratos que le deja Ancelotti, para desconectar de sus hábitos en casa. Sandra solo espera que los goles y minutos que consigue, le hagan olvidar ese deseo perruno que tiene entre manos el jugador.
Ayer le bastó con doce minutos del partido de ayer, para transformar en medio gol uno de sus pases calculados casi con calzador. Significaba el gol de la remontaba blanca. El 2-1 que subía al marcador y volcaba al madridismo a por la victoria. Una salida de balón casi perfecta: pase en profundidad de tres cuartos para Vinicius y este que se plantaba en el área rival para dejarle el gol en bandeja a Lucas Vázquez. La estrategia de Sandra no está nada mal, que siga así siempre que quiera.