En su libro más personal Luka Modric cuenta cómo vivió la muerte de domagoj basic, el primer entrenador que tuvo cuando estaba empezando en el mundo del fútbol.
En su autobiografía desgrana este episodio tan fatídico de su vida, que cuando recibió la noticia fue como un jarro de agua fría para el croata. "Nos quedamos de piedra", escribe en su libro. No se acuerda del motivo que le dieron de la muerte de su entrenador, aunque más tarde se enteró de que estaba relacionado con algunos problemas personales que había tenido en el pasado.
La muerte de su entrenador le marcó
Después de la muerte de su abuelo Luka, le afectó todavía más el hecho de que su entrenador falleciera, ya que no era solamente una persona respetada, sino también alguien a quien apreciaba. Sus padres también hicieron todo lo que pudieron en cuanto a su bienestar. El tiempo fue curando las heridas y poco a poco fue acostumbrándose a la idea de que no tenía abuelo y dice que su entrenador había fallecido.
Durante los años de la adolescencia, según relata Luka Modric, las pérdidas son más dolorosas y no es que madurase de repente, sino que el vacío existencial que le dejó la pérdida de dos grandes pilares en su vida, le afectó mucho. Fue una tragedia que le hizo madurar más rápidamente que a otros jóvenes. Todo lo que les había dejado acerca de la responsabilidad, del cumplimiento de las normas, de las promesas, de lidiar con las injusticias y con los días difíciles pasó a ser una parte de su pensamiento y personalidad.
A Domagoj Basic le sustituyó Robert Botunac. Tal y como esperaba el croata, su planteamiento era distinto pero tuvo muy buena experiencia con él.